Los periodistas César Bátiz y José Jasán Nieves tienen vidas completamente distintas. Uno vive en Caracas. El otro tuvo que salir de su natal Cuba para radicarse en la ciudad estadounidense de Miami.
Sin embargo, ambos tienen una historia en común: dirigen medios digitales que surgieron en medio de las crisis de sus países y apuestan por lo que catalogan como una lucha incansable, junto a sus equipos de trabajo, para informar a los ciudadanos de sus países, donde el acceso a la información a menudo está controlada desde el poder, y donde ejercer el periodismo libre es cada vez más difícil.
Entre los desafíos compartidos por ambos está la censura generada por agentes estatales, hostigamientos, amenazas y continuos atropellos contra periodistas y los medios que lideran, así como el ataque directo a la infraestructura o medidas que entorpecen el quehacer periodístico. Hechos de este tipo son a menudo denunciados en países como Venezuela, Cuba y también Nicaragua.
Para algunos periodistas, resulta ser el fin del oficio. Pero, para otros, como es el caso de Bátiz y Nieves, estos problemas se han convertido en la mejor oportunidad y la fuerza para poner en marcha medios digitales alternativos que permitan informar, en especial, acerca de las crisis que encaran sus países.
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“El logro ha sido existir, el reto es sobrevivir”
Pareciera imposible la creación de un medio de comunicación independiente en el contexto de la compleja realidad cubana, donde la mayoría de los medios por décadas estuvieron bajo el control total del gobierno comunista y sus instituciones.
Pese a eso, surgió El Toque, con el apoyo de la organización no gubernamental holandesa RNW Media (la antigua Radio Nederland, de Holanda), el medio que lidera José Jasán Nieves desde hace casi ocho años. Su papel fue encontrar a un grupo de jóvenes periodistas y blogueros para aprovechar la plataforma que funciona de forma independiente desde el 2017.
“A pesar de que salgan algunos y otros hayan tenido que abandonar su trabajo por las presiones, los chantajes de la policía política, las detenciones temporales, los interrogatorios, las campañas de descrédito público, ese efecto no ha sido suficiente como para impedir que sigan llegando nuevos contribuyentes jóvenes”, contó Nieves a la VOA.
Dijo que al principio eran cinco personas, entre blogueros y periodistas. Hoy el equipo cuenta con unos 40 profesionales, de los cuales 10 son periodistas del staff principal y otros cumplen roles no necesariamente periodísticos, pero claves en esta organización multi-mediática, agregó.
Los periodistas que tributan a este medio están basados en siete países, incluyendo un equipo en Cuba.
Lograr este crecimiento, explica Nieves, ha sido producto del “la valentía y el convencimiento de que lo que estás haciendo es correcto. Es un servicio a tu país y a tu nación; no mientes, no manipulas y, por supuesto, también sopesando riesgos”, señala el periodista que vive y trabaja en Miami.
Trabajan -expone- para mantenerse enfocados, evitando que “los aparatos represivos te saquen de tu centro” y para burlar la censura que, en su opinión, “siempre va un paso por detrás de la innovación”.
Como parte de su quehacer, El Toque hace noticias, reportajes, análisis, desarrollo de chatbots y aplicaciones móviles, compilaciones de bases de datos, podcasts y transmisiones en vivo para redes sociales: "Estamos online y offline".
En cuanto a la financiación, Nieves comenta que dependen de garantes, cuentan con convenios con organizaciones de cooperación internacional que trabajan en Cuba. Un 15% de los ingresos los consiguen a partir de servicios de comunicación.
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“Ha sido fundamental la pasión, la voluntad"
El Pitazo comenzó como un proyecto en Venezuela que promueve el periodismo independiente, en un contexto de censura, reducción de los espacios democráticos y, por supuesto, poco acceso a la información pública en Venezuela, recuerda César Bátiz, editor del medio digital.
Junto a otros dos periodistas -Gustavo Alemán, Javier Melero- y el Instituto Prensa y Sociedad Venezuela, los comunicadores comenzaron a trabajar para “llevar información a los sectores más deprimidos del país y, por supuesto, recuperar los espacios democráticos que se han perdido”, explicó Bátiz a la VOA.
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Hoy en día, El Pitazo tiene presencia en todos los estados del país gracias a la labor de 28 reporteros liderados por ocho subcoordinaciones regionales. Además cuentan con un equipo web dedicado al periodismo "de investigación y utilitario".
“Ha sido fundamental la pasión, la voluntad, las ganas de los periodistas en las regiones de contar la historia que ellos creen que deberían ser contadas”, explicó Bátiz.
Destaca además la posibilidad que han tenido de formar ciudadanos que se convierten, según explica, en “aliados muy especiales para recoger información en zonas” a las que los periodistas no pueden llegar.
En cuanto al financiamiento, Bátiz contó a la VOA que El Pitazo tiene un modelo de negocio diverso que no depende de una sola fuente. El método más reciente es la membresía, que es una especie de apoyo voluntario de ciudadanos que respaldan el trabajo de este medio venezolano.
Uno de los desafíos más grandes que tiene -explica- “es llamar la atención de las grandes plataformas como Google o el mismo Facebook, porque lamentablemente nuestros mercados no son tan lucrativos, pero nosotros estamos generando información”.
Por los resultados, El Pitazo fue ganador del Premio Gabo 2019, en la categoría de Innovación, obtuvo el Premio Roche en la categoría Periodismo Sonoro en 2020 y fue reconocido en los Premios Ortega y Gasset de Periodismo 2019, celebrados en Madrid, tras recibir el galardón de Mejor Contenido Multimedia.
Crisis, la mejor oportunidad
Nieves insiste en que la crisis en Cuba "ha supuesto oportunidades" para la prensa.
Sostiene que El Toque ha podido incidir en la generación de conversaciones y discusiones sobre la legislación del país, las violaciones de los derechos humanos y para “desmontar también las campañas de desinformación que el Gobierno genera y tratar de oxigenar el debate en el espacio público cubano”.
¿El principal logro para el director de El Toque?: “Estar, existir, que no hayamos dejado de crecer… Los retos son sobrevivir. Todavía no somos una organización sostenible financieramente”.
También lea Censura, represión y crisis económica: 2021 fue desolador para el periodismoPara Bátiz, trabajar en alianza ha sido la clave, así como perseverar y ser resiliente.
“Tenemos que mantener ese espíritu de lucha constante ante estas adversidades y tener siempre presente que nuestra creatividad es mayor y nuestra posibilidad es mayor a la de los malos. Siempre ellos buscarán forma de anularlos”, agrega el venezolano.
Al mismo tiempo, hace un llamado a las organizaciones internacionales para que den una mirada a la sustentabilidad de los medios.
“En estos países donde hay una reducción del espacio democrático, si desaparecemos, se crean estos desiertos informativos inmensos y se pierde el derecho a la libertad de expresión”, concluye.
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