Entre 66 mil y 98 mil nicaragüenses quedarán desempleados a lo largo de este año producto de la crisis sociopolítica que vive el país, según el informe “Nicaragua en Crisis” de la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES).
“La tasa de desempleo abierto se estima que aumentará de 5.5 por ciento en 2018 a un rango de entre 7,5 a 8,5 por ciento en 2019; es decir, de entre 2 y 3 puntos porcentuales; esto es equivalente a un rango de 66 mil a 98 mil nuevos desempleados, con lo que el saldo de desempleados terminaría entre 244 y 276 mil personas (tomando en cuenta el desempleo del 2018)”, detalla el informe.
Si estas estadísticas ya son alarmantes, la situación se vuelve más critica, si se comparan los números con valoraciones de economistas independientes como Néstor Avendaño de Consultorio para el Desarrollo Empresarial (COPADES), que estima unos 320 mil desempleados este año producto de la crisis que vive el país.
“320 mil desempleados este año y el ejército de desempleados, lo que venimos acumulando en la historia económica de nuestro país, desde el año del famoso ajuste de los 90 cuando se eliminó la hiperinflación hasta el día de hoy, un millón 350 mil personal es el número de desempleados que no generan ingresos en Nicaragua”, aseguró el economista.
Avendaño explicó que fácilmente la tasa de desempleo abierto podría elevarse hasta un 20% este año y la tasa del desempleo equivalente un 16%, dejando en resumen a un 35% de la población económicamente activa del país sin generar ningún tipo de ingresos.
El centro de pensamiento y Avendaño coinciden en que la economía del país se dirige a una ineludible caída que podría estar entre el 7 y el 9% durante este año. Además, ambas fuentes advierten que la recuperación económica del país depende de una pronta salida a la crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua.
Funides también advierte que la crisis ha impactado directamente a las mujeres, pues las actividades más afectadas en el contexto de la crisis han sido aquellas donde las mujeres tienen más presencia, tales como comercio, hoteles y restaurantes.
Al respecto la socióloga María Teresa Blandón expresó, “un país donde las ciudades están llenas de paramilitares y de antimotines, donde cada día se secuestra gente, donde las primeras planas de los periódicos te hablan cada día de secuestros y asesinatos, de un incremento enorme de asaltos con altísimos niveles de violencia, pues es un país donde la gente ya no quiere venir”.
Blandón añadió que Nicaragua ya no puede presumir de la fama de ser el país más seguro de Centroamérica. “Siempre fue una exageración era uno de los menos inseguros pero ahora ya nos estamos homologando en muchos sentidos a países como Honduras y El Salvador, ya no ofrece seguridad para el turismo”, concluyó.
Pese a estas estadísticas el gobierno de Nicaragua mantiene su discurso de retorno de la normalidad, mientras los expertos advierten de un colapso económico.