La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, se impuso con el 50% de los votos en las primeras elecciones primarias internas abiertas, simultáneas y obligatorias, de la historia Argentina confirmando su liderazgo en la carrera electoral, y se posiciona para lograr un nuevo mandato en los comicios generales del próximo 23 de octubre de 2011.
La mandataria venció por más de 38 puntos al segundo, el diputado nacional, Ricardo Alfonsín, de una coalición socialdemócrata que obtiene 12,19%, y al peronista ex presidente, Eduardo Duhalde con 12,17%. Mientras, el gobernador de Santa Fé, Hermes Binner, logró el 10, 55% de los votos.
De esta manera, el “Kirchnerismo” ganó en 23 de las 24 provincias argentinas con amplios márgenes, obtuvo la mayoría de los diputados nacionales, alcaldes, gobernadores y concejales.
El triunfo fue también inesperado, en distritos como Capital Federal, Santa Fé, Córdoba, Mendoza y La Pampa donde el conflicto por las retenciones a los productos agrarios, con huelgas, asambleas y cortes de carretera había dejado profundas heridas y hostilidades hacia el Gobierno.
La mandataria dio un emotivo discurso y convocó a superar las diferencias y a crear un modelo de país a largo plazo. “Para diseñar políticas que no permitan que este crecimiento, este esfuerzo que hemos hecho estos años se dilapide o se destruya. Por eso quiero convocarlos a todos a que pensemos en grande, a que estemos unidos. Porque el mundo está difícil. Pero si logramos superar diferencias y no discutir sobre las cosas que ya se han resuelto, y escuchamos lo que dice la sociedad a través de las urnas, vamos a equivocarnos mucho menos.
El candidato del Radicalismo, Ricardo Alfonsín, dijo que para ganar deberán escuchar a todos. "Esta era una elección preliminar, un ensayo general, para definir las grillas de partida, estamos en la línea de partida. La bandera se baja el 23 de octubre. Y vamos a estar allí y vamos a ver qué pasa. Por eso uno tiene la responsabilidad de hablar con todos, de hablar con los partidos políticos".
El postulante del peronismo, el ex presidente, Eduardo Duhalde, recordó que no piensa cambiar sus convicciones. "Quiero decirles que un resultado electoral no va a modificar un ápice mis convicciones, porque yo soy del peronismo de Juan y Eva Perón. Soy de un peronismo que no cree en las agresiones. Que cree que es una revolución en sí misma la hermandad de los Argentinos, porque ese fue el último mensaje de Perón. Cuando veo en el 2011 flamear banderas de organizaciones que son y han sido subversivas, la verdad no son del peronismo que yo quiero".
El aplastante resultado y el fragmentado voto opositor, abre la puerta al oficialismo a ganar un nuevo mandato de 4 años en octubre sin necesidad de una segunda ronda.
La gestión del “Kirchnerismo” cuenta con una amplia aprobación popular gracias a un fuerte crecimiento económico, cuyos puntos débiles son una alta inflación, la inseguridad y una gran desigualdad en la distribución de la riqueza.