Tras un día con la mayor manifestación pública desde que se iniciaron las protestas en Egipto, siguió otro, este miércoles 9 de febrero, donde miles de trabajadores iniciaron huelgas que amenaza con paralizar el país.
Empleados de empresas y oficinas estatales en todo Egipto decidieron adherir a los llamados a huelgas, mientras activistas antigubernamentales buscaban ampliar sus protestas y provocar conflictos laborales. La medida surge como respuesta a la advertencia del vicepresidente Omar Suleinman de que las manifestaciones pidiendo la renuncia del presidente Hosni Mubarak, no serían toleradas por mucho tiempo más.
También unos 2 mil manifestantes abandonaron por primera vez la plaza Tahrir, para llevar sus protestas al Parlamento en el Cairo, donde demandaron la dislución de las Cámaras.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos reclamó al gobierno de Egipto hacer más para atender las demandas de los grupos de oposición.
A la misma vez, el gobierno del presidente Barack Obama pidió a El Cairo que anule inmediatamente una ley de emergencia que permite la detención sin cargos de las personas y que permita mayor participación en las conversaciones de transición.
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Por su parte, los opositores egipcios criticaron la advertencia hecha por el vicepresidente Omar Suleiman, quien dijo que si los manifestantes antigubernamentales no comienzan a negociar, podría haber un "golpe" que causaría más caos.
Los manifestantes insisten en negociar solamente después de que el presidente Hosni Mubarak renuncie, un extremo que Suleiman rechazó, durante una entrevista con medios de prensa. "No podemos tolerar esto por mucho tiempo", dijo el vicemandatario, al referirse a las protestas en la plaza Tahrir (Liberación) y reclamó “un fin a esta crisis tan pronto como sea posible".
Suleiman alertó que si el diálogo no resulta productivo, la alternativa "es que ocurra un golpe, lo cual significaría medidas incalculables y precipitadas, incluyendo muchas irracionalidades". Organizadores y partidarios de las manifestaciones reaccionaron con alarma.
Reclamo de Estados Unidos
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos informó que el vicepresidente Joe Biden, habló con su contraparte egipcio, Omar Suleiman, para enfatizar que el gobierno egipcio debe dejar de golpear, acosar y detener a los manifestantes y a los periodistas que informan sobre las masivas protestas.
Biden también dijo a Omar Suleiman que Egipto debe ampliar la diversidad de grupos de oposición que participen en el desarrollo de un plan para un gobierno de transición y anular inmediatamente la impopular ley de emergencia, en efecto desde Mubarak asumiera el poder en 1981.
En tanto en la ciudad de Nueva York, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reclamó al gobierno egipcio escuchar a su pueblo. “Los líderes del gobierno deben escuchar más atentamente las genuinas aspiraciones del pueblo y debe haber una transición cuanto antes mejor, y el futuro del país y el proceso de transición deben ser algo decidido por el pueblo”.
Inspiración para otros gobierno
También el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, se refirió a la situación y dijo que las manifestaciones pro democracia en Egipto y Túnez deberían inspirar otros gobiernos en el Medio Oriente para que aprueben reformas “para comenzar a avanzar en una dirección positiva para atender las quejas de carácter político y económico de sus pueblos”.
También Gates dijo que el gobierno de Estados Unidos ha defendido las reformas durante años. “Hemos estado al tanto de estas quejas durante largo tiempo y hemos hablado con varios gobiernos en la región sobre la necesidad de atender esas preocupaciones” dijo Gates.
En sus primeros comentarios públicos desde que comenzaron las protestas en Egipto hace dos semanas, Gates elogió a las fuerzas armadas egipcias y dijo que han hecho todo lo que Estados Unidos ha pedido e hicieron una contribución a lo que llamó evolución hacia la democracia en el país.