Las dudas sobre la veracidad del informe oficial sobre las causas del accidente en el que murió el disidente cubano se multiplican.
Las "Damas de Blanco" dedicaron ayer su habitual marcha dominical por las calles de La Habana a la memoria del opositor Oswaldo Payá, fallecido hace una semana en un accidente de tráfico en el oriente de la isla, pero a la vez revivieron las dudas sobre las causas del mismo.
"El gobierno cubano se ha encargado de poner por la televisión cubana fotos del carro y ha dado una pila de explicaciones donde ha dejado lagunas (...). ¿Por qué no pone la foto del carro proyectado con el árbol, dónde está el árbol?", declaró a la prensa Berta Soler, portavoz del grupo disidente.
Soler se refería a un extenso informe divulgado el viernes por las autoridades cubanas, que sostiene que el auto en que viajaba Payá, Premio Sajarov de derechos humanos del Parlamento Europeo 2002, se estrelló contra un árbol por exceso de velocidad y no por la intervención de otro vehículo como afirmó la familia inicialmente.
Soler reiteró que tiene dudas sobre las causas que provocaron el accidente, que a su juicio no fue un suceso "casual". La viuda del disidente, Ofelia Acevedo, también rechazó este informe el sábado.
De la misma manera, el informe oficial tampoco convenció a Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, un grupo ilegal pero tolerado por el régimen comunista, que ha avalado la tesis de que fue un accidente, aunque dice que hay aspectos por aclarar.
"Hemos tomado nota del informe oficial, pero no nos convence el informe oficial" dijo Sánchez, quien también acudió este domingo a la plaza donde se congregan las Damas de Blanco, frente al templo de Santa Rita.
El accidente en el que murieron Payá, de 60 años y líder del MCL, y el también cubano Harold Cepero, de 31 años y miembro de ese grupo, ocurrió el domingo 22 de julio en las cercanías de la ciudad oriental de Bayamo, a unos 800 kilómetros al este de La Habana.
Los dos viajaban en un automóvil de alquiler junto al español Ángel Carromero, un dirigente local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, quien conducía el vehículo, y el joven Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU) de Suecia.
"Solamente ellos (el español y el sueco) pueden decir lo que ocurrió allí, (pero) sus declaraciones en Cuba en la manos de la policía serían sesgadas", dijo Sánchez.
Desde el pasado lunes, Carromero y Aron permanecen retenidos en la isla por las autoridades cubanas.
La Embajada de España en Cuba no ha podido tener todavía acceso al joven Ángel Carromero a su llegada a La Habana, donde se encuentra en un centro dependiente del Ministerio del Interior.
"El gobierno cubano se ha encargado de poner por la televisión cubana fotos del carro y ha dado una pila de explicaciones donde ha dejado lagunas (...). ¿Por qué no pone la foto del carro proyectado con el árbol, dónde está el árbol?", declaró a la prensa Berta Soler, portavoz del grupo disidente.
Soler se refería a un extenso informe divulgado el viernes por las autoridades cubanas, que sostiene que el auto en que viajaba Payá, Premio Sajarov de derechos humanos del Parlamento Europeo 2002, se estrelló contra un árbol por exceso de velocidad y no por la intervención de otro vehículo como afirmó la familia inicialmente.
Soler reiteró que tiene dudas sobre las causas que provocaron el accidente, que a su juicio no fue un suceso "casual". La viuda del disidente, Ofelia Acevedo, también rechazó este informe el sábado.
De la misma manera, el informe oficial tampoco convenció a Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, un grupo ilegal pero tolerado por el régimen comunista, que ha avalado la tesis de que fue un accidente, aunque dice que hay aspectos por aclarar.
"Hemos tomado nota del informe oficial, pero no nos convence el informe oficial" dijo Sánchez, quien también acudió este domingo a la plaza donde se congregan las Damas de Blanco, frente al templo de Santa Rita.
El accidente en el que murieron Payá, de 60 años y líder del MCL, y el también cubano Harold Cepero, de 31 años y miembro de ese grupo, ocurrió el domingo 22 de julio en las cercanías de la ciudad oriental de Bayamo, a unos 800 kilómetros al este de La Habana.
Los dos viajaban en un automóvil de alquiler junto al español Ángel Carromero, un dirigente local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, quien conducía el vehículo, y el joven Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU) de Suecia.
"Solamente ellos (el español y el sueco) pueden decir lo que ocurrió allí, (pero) sus declaraciones en Cuba en la manos de la policía serían sesgadas", dijo Sánchez.
Desde el pasado lunes, Carromero y Aron permanecen retenidos en la isla por las autoridades cubanas.
La Embajada de España en Cuba no ha podido tener todavía acceso al joven Ángel Carromero a su llegada a La Habana, donde se encuentra en un centro dependiente del Ministerio del Interior.