Un incendio de grandes proporciones en una base de almacenamiento de crudo en la provincia cubana de Matanzas se complicó el lunes luego de que un tercer tanque quedara envuelto en llamas y colapsara.
El tercer tanque se incendió tras el derrame de un segundo depósito que se había incendiado el sábado y que se derrumbó, dijo Mario Sabines, gobernador de la provincia de Matanzas, unos 130 kilómetros al este de La Habana, sobre el mayor accidente petrolero en años en la isla.
Hasta ahora una persona murió, 125 resultaron heridas y al menos 17 bomberos se encuentran desaparecidos en el área industrial que se convirtió en un infierno de humo y llamas visibles a varios kilómetros de distancia.
En Matanzas está ubicada la principal terminal petrolera de Cuba y su mayor puerto para recibir crudo y combustibles importados. El crudo pesado cubano, así como el fuel oil y el diésel almacenados en Matanzas, se utilizan principalmente para generar electricidad en la isla.
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El fuego comenzó el viernes por la noche cuando en medio de una tormenta eléctrica un rayo cayó en uno de los tanques que estaba al 50% de su capacidad -25.000 metros cúbicos de combustible- y no pudo ser contenido. El sábado se incendió un segundo tanque completamente lleno y en la madrugada del lunes un tercero.
Bomberos y rescatistas trabajan con apoyo de expertos y equipamiento de México y Venezuela para tratar de sofocar el fuego.
“El riesgo que habíamos anunciado ocurrió y el incendio del segundo tanque comprometió al tercero”, informó el lunes el gobernador de la provincia, Mario Sabines. “Funciona como un pebetero olímpico, como un fogón”.
Un cambio en la dirección del viento -que durante dos días arrastró una nube de humo hacia el oeste- hizo que girara y se ubicara sobre la ciudad de Matanzas, por lo que las autoridades llamaron a evitar las actividades al aire libre y usar barbijos. El humo era perceptible incluso en La Habana, a unos 100 kilómetros de distancia.
Imágenes de satélite del Instituto de Meteorología mostraron la columna densa avanzando sobre las provincia de Mayabeque y La Habana.
Las autoridades informaron que se instaló una bomba de gran porte que operan cubanos, venezolanos y mexicanos y que alimenta varios cañones que inyectan agua a presión, al tiempo que helicópteros y aviones también intentan sofocar el incendio y enfriar los tanques.
Especialistas en construcciones militares depositan tierra para parapetos de contención para evitar derrames de combustible.
El Ministerio de Salud dijo que la mayoría de los heridos sufrieron quemaduras y aspiración de humo. De los 125 heridos, 24 se encuentran hospitalizados.
El fin de semana se encontró un cuerpo de un bombero. Previamente, el sábado, las autoridades habían informado la desaparición de 17 de estos expertos, una cifra que no fue posteriormente actualizada.
Sabines y el propio presidente Miguel Díaz-Canel reconocieron que es imposible buscar a estas personas mientras no bajen las altas temperatura que provocan las llamas. Los familiares se encuentran esperando noticias en un hotel del centro de la ciudad de Matanzas.
El incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas se produjo en momentos en que la isla atraviesa una seria crisis económica y energética con frecuentes apagones. No hay todavía un estimado oficial de las pérdidas causadas por el siniestro.
El lunes el papa Francisco informó que seguía la situación y dijo que oraba por los bomberos y las víctimas, al tiempo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, precisó que se habían enviado 85 oficiales de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y del ejército e insumos químicos para combatir el fuego.
Con reporte de las agencias Associated Press y Reuters
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