Fariñas reclama cumplir las leyes

En esta foto, Guillermo Fariñas, Héctor Maceda y Ángel Moya marcan el aniversario de la represión gubernamental de 2003 contra los disidentes en marzo de 2011.

La dama de blanco Berta Soler recibió amenazas telefónicas mientras aguardaba noticias del disidente Ángel Moya, dijo a la Voz de América.

El disidente cubano Guillermo Fariñas fue liberado tras pasar 26 horas detenido junto a otros treinta opositores que habían convocado a una marcha pacífica en Santa Clara.

Fariñas, quien tuvo cortadas las comunicaciones durante horas, contó a la Voz de América que los disidentes elevan "una exaltación a las autoridades cubanas a que sigan las palabras del presidente del Consejo de Ministros de Cuba, Raúl Castro, que dijo que todas las leyes cubanas tienen que ser cumplidas".

El opositor denunció que "si nosotros no violamos ninguna ley, es importante que se nos respete nuestro deseo como ciudadanos de caminar sin gritar nada contra el gobierno y, sobre todo, sin llevar ningún cartel alusivo".

Según describió Fariñas, la protesta tenía como objetivo pedir al gobierno que ratifique los dos pactos de derechos humanos que firmó en 2008, el cese la represión contra los opositores y la liberación de todos los presos políticos.

"Esta marcha, dentro de sus reglamentos tiene un apunte que dice que no tiene fecha de terminación. O sea, nosotros sabemos que nos enfrentamos a una dictadura totalitaria e intolerante que va a hacer todo lo posible porque esta no se produzca".

Tal y como había descrito la bloguera Yoani Sánchez en Twitter, Fariñas confirmó a la Voz de América que "cortaron todas las comunicaciones de todos los activistas opositores aquí en el centro del país".

De los treinta detenidos, "ya tenemos confirmación respecto a los que han sido puestos en libertad y estamos esperando, según lo que nos dijeron los oficiales del estado que, de manera paulatina, van a ser puestos en libertad los otros".

Damas de Blanco también afectadas

A Berta Soler, una de las Damas de Blanco, le advirtieron telefónicamente que fuera “más prudente con sus acciones” y que “no complique más las cosas” cuando intentó comunicarse con Ángel Moya, que todavía se encontraba recluido.

La activista recordó que el activista ha estado detenido en tres ocasiones durante las últimas dos semanas. "Los golpes que el gobierno le da, el hostigamiento… La represión del gobierno para con nosotros, nos hace volvernos más fuerte y estar preparados para cualquier cosa que venga”.