La disidente cubana Marta Beatriz Roque, de 67 años, diabética e hipertensa, empeora a cada hora pero promete seguir "hasta que haya respuesta".
Las Damas de Blanco de Cuba pidieron a la disidente Marta Beatriz Roque que deje la huelga de hambre que mantiene desde hace una semana, para salvar su vida.
El estado de salud de Roque y de otras cinco disidentes que se sumaron al ayuno ha “decaído”, pero dijeron a la agencia Efe que continuarán “hasta que haya repuesta”.
Roque, una economista de 67 años, inició la huelga el lunes pasado para exigir la liberación del opositor Jorge Vázquez, y para protestar los constantes acosos que sufren los disidentes de parte del régimen cubano.
Berta Soler, líder de las damas de blanco habló con Roque el sábado por la noche y le pidió que depusiera la huelga. “Eso no es claudicar, es razonar y preservar la vida”, le dijo a la prensa, luego del usual desplazamiento que hace el grupo por la 5ª Avenida de La Habana.
El grupo manifestó que aunque desaprueban la huelga de hambre, ellas dan “apoyo moral y espiritual” a los opositores que recurren a ese “recurso de lucha”.
Roque es diabética e hipertensa, pero se niega a tomar sus medicamentos.
“Está muy mal, cada día se deteriora más. Está fría, sudorosa y con las manos temblorosas”, dijo una de las compañeras de Roque.
El estado de salud de Roque y de otras cinco disidentes que se sumaron al ayuno ha “decaído”, pero dijeron a la agencia Efe que continuarán “hasta que haya repuesta”.
Roque, una economista de 67 años, inició la huelga el lunes pasado para exigir la liberación del opositor Jorge Vázquez, y para protestar los constantes acosos que sufren los disidentes de parte del régimen cubano.
Berta Soler, líder de las damas de blanco habló con Roque el sábado por la noche y le pidió que depusiera la huelga. “Eso no es claudicar, es razonar y preservar la vida”, le dijo a la prensa, luego del usual desplazamiento que hace el grupo por la 5ª Avenida de La Habana.
El grupo manifestó que aunque desaprueban la huelga de hambre, ellas dan “apoyo moral y espiritual” a los opositores que recurren a ese “recurso de lucha”.
Roque es diabética e hipertensa, pero se niega a tomar sus medicamentos.
“Está muy mal, cada día se deteriora más. Está fría, sudorosa y con las manos temblorosas”, dijo una de las compañeras de Roque.