El secretario de Estado, John Kerry, tiene previsto izar la bandera de las barras y las estrellas en la embajada estadounidense en La Habana cuando visite la isla el próximo 14 de agosto, pero la designación de un embajador todavía parece lejano.
Ese fue el mensaje que reiteraron los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, que manifestaron su rechazo a la reapertura de la embajada de Cuba en Washington, la cual tuvo lugar el lunes.
“De ahora en adelante los espías cubanos tienen una base en Los Estados Unidos, que es la nueva embajada cubana", dijo Curbelo, el más joven del trío, durante una conferencia de prensa conjunta en Miami.
Sobre la embajada estadounidense en La Habana, Díaz-Balart advirtió: “Pueden cambiar el letrero de ‘sección de intereses’ a embajada pero no van a poder convertirlo en una embajada real".
Por su parte, Ros-Lehtinen adelantó que "impedirá el nombramiento de un embajador" y que hará lo posible “para que la embajada no reciba fondos”, algo que ella misma reconoce difícil de mantener por mucho tiempo.
No obstante los tres legisladores coincidieron en que aunque el gobierno del presidente Barack Obama les pueda ganar el pulso en el nombramiento del embajador, el levantamiento del embargo está fuera de discusión.
Díaz-Balart remarcó que hay tres requisitos para levantarlo: "La liberación de los presos políticos sin excepción, la legalización de todos los partidos políticos y proponer elecciones multipartidistas".