La búsqueda que abandonó la española Repsol será retomada por la estatal petrolera de Venezuela, en un desesperado intento por extraer petróleo de la zona económica exclusiva de Cuba en el golfo de México.
La empresa estatal venezolana PDVSA retomará la exploración petrolera en Cuba donde la dejó la española Repsol, que abandonó la búsqueda de crudo en el golfo de México.
El hallazgo de petroleo permitiría a la isla terminar con la dependencia del crudo venezolano y sería vital para apuntalar una economía en crisis desde hace dos décadas, que el presidente Raúl Castro intenta superar con reformas económicas que están supuestas a abrir espacio al mercado.
Pero la empresa estatal Cuba Petroleo (CUPET) reconoció que recientemente concluyó sin resultados la perforación del pozo exploratorio Jagüey-1x, en la zona económica exclusiva de Cuba en el golfo de México, aunque aseguró que esto “de ninguna manera anula las perspectivas de esta zona”.
La zona cubana del golfo de México, de 112.000 km2, fue dividida en 59 bloques, 22 de ellos en contratos de riesgo con compañías de Noruega, España, India, Venezuela, Vietnam, Malasia, Angola y Rusia.
Algunos estudios indican que en esa zona hay reservas probables de entre 5 y 9 mil millones de barriles de crudo, pero las autoridades cubanas afirman que llegarían a 20 mil millones de barriles.
La CUPET señaló que tras el abandono de las exploraciones de Repsol, la plataforma Scarabeo 9 pasó a ser empleada por una filial de Petronas de Malasia y después será usada por la venezolana PDVSA.
La empresa cubana destacó que el golfo es "una de las principales cuencas productoras de petróleo a escala mundial con alta potencialidad para el descubrimiento de nuevas reservas de hidrocarburos de acuerdo con los estudios geológicos realizados".
Cuba obtiene crudo de pozos en tierra y aguas poco profundas, producción que estaría llegando a su límite. Además, importa 100.000 barriles diarios de petróleo desde Venezuela, que su aliado Hugo Chávez le suministra con facilidades de pago.
El desarrollo del sector petrolero cubano comenzó en medio de la crisis económica causada en la isla por la desaparición en 1991 de la Unión Soviética, que le suministraba 91 millones de barriles anuales a precios preferenciales.
El hallazgo de petroleo permitiría a la isla terminar con la dependencia del crudo venezolano y sería vital para apuntalar una economía en crisis desde hace dos décadas, que el presidente Raúl Castro intenta superar con reformas económicas que están supuestas a abrir espacio al mercado.
Pero la empresa estatal Cuba Petroleo (CUPET) reconoció que recientemente concluyó sin resultados la perforación del pozo exploratorio Jagüey-1x, en la zona económica exclusiva de Cuba en el golfo de México, aunque aseguró que esto “de ninguna manera anula las perspectivas de esta zona”.
La zona cubana del golfo de México, de 112.000 km2, fue dividida en 59 bloques, 22 de ellos en contratos de riesgo con compañías de Noruega, España, India, Venezuela, Vietnam, Malasia, Angola y Rusia.
Algunos estudios indican que en esa zona hay reservas probables de entre 5 y 9 mil millones de barriles de crudo, pero las autoridades cubanas afirman que llegarían a 20 mil millones de barriles.
La CUPET señaló que tras el abandono de las exploraciones de Repsol, la plataforma Scarabeo 9 pasó a ser empleada por una filial de Petronas de Malasia y después será usada por la venezolana PDVSA.
La empresa cubana destacó que el golfo es "una de las principales cuencas productoras de petróleo a escala mundial con alta potencialidad para el descubrimiento de nuevas reservas de hidrocarburos de acuerdo con los estudios geológicos realizados".
Cuba obtiene crudo de pozos en tierra y aguas poco profundas, producción que estaría llegando a su límite. Además, importa 100.000 barriles diarios de petróleo desde Venezuela, que su aliado Hugo Chávez le suministra con facilidades de pago.
El desarrollo del sector petrolero cubano comenzó en medio de la crisis económica causada en la isla por la desaparición en 1991 de la Unión Soviética, que le suministraba 91 millones de barriles anuales a precios preferenciales.