Cuba y la restricción a Internet

La bloguera cubana Yoani Sánchez cuenta su experiencia con la red en medio de las restricciones. Además habló sobre la visita del Papa.

La bloguera cubana Yoani Sánchez se refirió a diferentes temas en entrevista con la Voz de América. Entre otras afirmaciones, la disidente considera que la visita del Papa Benedicto XVI a la isla no tendrá gran trascendencia política pero sí pastoral.

A propósito del evento en que el senador estadounidense Marco Rubio planea hablar sobre el acceso a Internet y a redes sociales en Cuba, la reconocida bloguera cuenta su experiencia y revela cómo hace para actualizar su blog sin tener acceso a la red.

¿Qué espera de la visita del Papa Benedicto XVI, especialmente después de las detenciones de Damas de Blanco?

Por un lado para los católicos del patio, de la isla, va a ser un buen momento encontrarse con su pastor, una especie de jubileo por el 400 aniversario de la Virgen de la Caridad del Cobre. Pero política y socialmente la visita no va a trascender más allá de lo que trascendió la visita en 1998 del Papa Juan Pablo que tuvo un impacto bastante fuerte en la conciencia ciudadana de la nación. En el caso de Benedicto XVI creo que será una visita enfocada a lo pastoral.

Sin embargo, serán días en que la isla esté bajo una especie de microscopio internacional en el sentido de que van a venir muchos periodistas, muchos peregrinos, mucha gente de fuera y es un buen momento para mostrarles la Cuba real, para informar lo que está ocurriendo. Vamos a convertirnos en una especie de vitrina y los activistas cívicos, los blogueros, los tuiteros tenemos la responsabilidad de asomar a esa vitrina la Cuba profunda, no la Cuba oficial.

Este miércoles va a haber un evento en Washington con el senador Marco Rubio, y él va a hablar sobre la forma como Internet y las redes sociales funcionan en Cuba, con la dificultad que tienen los cubanos para acceder a las redes sociales…

Yo le diría que en mi experiencia personal me ha probado en carne propia que más información, más tecnología es una infraestructura de la libertad. Un ciudadano que tiene en sus manos una memoria flash, que logra asomarse por lo menos un minuto Internet, eso le puede cambiar la vida, lo hace un ciudadano más empoderado, más consciente de sus derechos, con una mayor tendencia quizás a la protesta porque no le gusta lo que ocurre. De manera que yo recomendaría ayudar a los cubanos a empoderarse tecnológicamente, a convertirse en ciudadanos del siglo XXI e internautas, sin eso no vamos a poder ser un pueblo más demócrata, no vamos a poder ser ciudadanos más libres.

Yoani ¿Cómo haces tu trabajo sin tener recursos?

En el caso mío, personal, desde hace cinco años abrí un blog en el ciberespacio llamado Generación Y, y uno de los grandes problemas que tengo cada semana es cómo acceder a la web para poder actualizar con textos, con imágenes, mi pequeño espacio virtual. Por un lado, el gobierno cubano no permite que un ciudadano de a pie, común y corriente, contrate una conexión doméstica y pueda navegar en el ciberespacio en su propia casa. Eso es un privilegio solo para extranjeros residentes en territorio nacional y para personas políticamente muy confiables. Entonces qué nos queda.

En mi caso, conectarme desde un hotel donde los precios son prohibitivos, donde tengo que entre un clic y otro ir muy rápido porque cada minuto que pasa puede dañar mucho mi bolsillo, y eso lo hago una vez a la semana o cada diez días. Afortunadamente, escribo en casa varios textos y cuando logro conectarme a la web, los programo para dar la impresión de que el blog está vivo aunque yo no esté conectada.

Otros cubanos compran una cuenta de Internet en el mercado negro y la utilizan en sus casas en horas de la madrugada con muchos riesgos.

El salario de un cubano es muy bajo y dices que cuesta mucho conectarse ¿Cómo haces tú? ¿Recibes alguna financiación? ¿Cuánto le cuesta a un cubano común y corriente ir a un hotel y conectarse por unos minutos cada semana?

En mi caso personal, como me conecto una vez a la semana o una vez cada diez días, trato de aprovechar todo el tiempo que no estoy conectada para preparar los materiales, los textos, las fotos correctamente para cuando logre finalmente acceder y asomarme a la gran telaraña mundial todo sea lo más rápido posible.

Afortunadamente muchas personas que visitan Cuba, muchos turistas que saben nuestra situación, la mía y la de otros blogueros alternativos, después de pasarse una o dos semanas en este país, nos regalan tarjetas de conexión a un hotel. Porque nuestra indigencia tecnológica no permitiría sostener un ritmo de gastos así.

Entonces gracias a la solidaridad de mucha gente en el mundo, podemos conectarnos. Y gracias a la solidaridad también de esas personas que nos leen en otras partes del globo terráqueo y nos ayudan a recargar nuestros móviles, podemos tuitear, que es todo un capítulo interesantísimo de cómo los cubanos accedemos a las redes sociales.