Omar Cortina es un cubano que a diario se traslada entre su trabajo en un hotel del Estado hasta su hogar, además, se mueve en la búsqueda de alimentos y otros bienes básicos para llegar a fin de mes.
Pero después de comprar la semana pasada en Cuba una moto eléctrica china puede ahora dejar de lado el agotador transporte público de su lista de preocupaciones diarias.
"Las motos eléctricas están solucionando muchos problemas en Cuba. Es una solución buena y una de las más económicas", dijo Cortina a Reuters orgulloso de exhibir su nuevo scooter verde lima.
Las calles de Cuba han cambiado poco en las seis décadas desde la revolución de 1959 del exlíder Fidel Castro: Abundan los viejos coches estadounidenses con los escapes llenos de hollín, compartiendo los abundantes baches y un ligero tránsito.
También lea EEUU: activistas protestan contra la “agenda republicana” durante convención en MilwaukeePero la repentina llegada de los vehículos eléctricos -ya habitual en el país - ha demostrado ser una bendición para muchos en una nación con escasez de transporte azotada por la crisis económica.
El combustible en Cuba casi siempre escasea, con filas en gasolineras que a veces se han extendido largas horas y también días. A principios de este año, el incremento de los precios significó que un tanque de 40 litros de gasolina puede costar el salario mensual promedio de un trabajador estatal, fuera del alcance de la mayoría de los cubanos.
El transporte público no es nada agradable. Hay muchos menos autobuses en La Habana y la mitad de las rutas se han recortado, según medios estatales, según medios estatales.
Un auge global en la fabricación de vehículos eléctricos han ayudado a impulsar la demanda a las empresas como Caribbean Electric Vehicles (Vedca), dice su director, Julio Oscar Pérez.
También lea ¿Cuán viable es un control de precio en los alimentos en El Salvador?La firma, una empresa conjunta entre el inversor chino Tianjin Dongxing Industrial y fabricante estatal cubano de motos Minerva, ha producido más de dos mil scooters, bicicletas, así como mini camionetas y triciclos en Cuba con piezas chinas.
"Creo que estamos llegando a un punto de inflexión", dijo Pérez a Reuters en una entrevista. "Es decir, no solo verlo como una alternativa a la movidad, sino a otras alternativas que existen y que hoy son la limitante de combustible", añadió.
En un día laboral en la planta de la empresa en las afueras de La Habana, algunos de los 64 empleados de Vedca ensamblaban piezas de plástico, colocando los cables y tuercas en una línea de montaje ordenada, mientras otros saludaban a clientes que llegaban para recoger sus motos.
El Gobierno dio luz verde recientemente a importaciones mucho más caras de vehículos eléctricos, incluso Teslas de lujo, aunque pocos en Cuba puede permitirse esos beneficios.
"Dentro de unos años todo el transporte prácticamente será eléctrico", dijo Cortina satisfecho de poder ir y venir a su trabajo sin las molestias de usar la transportación pública.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.