En el centro turístico de Cancún, en el sureste de México, se inicia este lunes 29 de noviembre la primera ronda de negociaciones a nivel ministerial de la COP16 y de manera simultánea la Reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto.
Según cifras oficiales, asistirán alrededor de 20 mil personas —la mitad son integrantes de organismos no gubernamentales (ONGs)—, 300 funcionarios del Secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y funcionarios de las 194 partes que integran la COP.
El consenso hasta ahora gira en torno a un paquete de acciones inmediatas en materia de financiamiento, adaptación y mecanismos de verificación, sin embargo no se esperan grandes resultados.
Pocas horas antes de la inauguración, el presidente de México, Felipe Calderón, puso en marcha un aerogenerador que permitirá la captura de más de 2 mil toneladas de bióxido de carbono y anunció que este encuentro mundial será con cero emisión de contaminantes.
El mandatario aseguró que México no se quedará esperando a que las naciones ricas se preocupen y actúen para combatir el cambio climático. “México, se los digo sinceramente, está predicando con el ejemplo. No obstante que somos un país aún con mucha pobreza, un país en desarrollo, no vamos a esperar a que las naciones poderosas, se les ocurra preocuparse y actuar seriamente contra el cambio climático”.
Ante la obligación de evitar el menor impacto ambiental durante el encuentro, se utilizarán energías renovables como celdas fotovoltaicas y un aerogenerador para abastecer a la red eléctrica de Cancún y se trasladarán en vehículos híbridos
Funciona también la Villa del Cambio Climático, un foro alternativo donde se realizarán exhibiciones y conferencias por parte de organizaciones de la sociedad civil.
Por primera vez 50 presidentes y directores generales de empresas nacionales y extranjeras, debatirán hasta el 10 de diciembre, cuando concluirá la reunión, sobre las medidas para avanzar hacia una economía “verde”.
La organización Greenpeace lanzó un globo aerostático en el centro arqueológico de Chichen Itzá con un mensaje dirigido a la Cumbre sobre Cambio Climático, demandando que los países asuman con seriedad los compromisos para enfrentar este fenómeno y evitar así el colapso de la civilización.