Cerró con lo que parece ser un broche de oro la cumbre climática liderada por la ONU en Dubái, que acordó iniciar una transición para dejar atrás los combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas principales impulsores del cambio climático, adoptando el texto ‘Balance Global’ con 198 países participantes.
“Habrá informes de análisis de todas las iniciativas anunciadas en Dubái. Son un salvavidas para la acción climática, no una línea de meta. Ahora, todos los gobiernos y empresas deben convertir estos compromisos en resultados de economía real sin demora”, afirmó Simon Stiell, Secretario de la Convención de la ONU sobre cambio climático.
El acuerdo abarca conseguir el umbral de seguridad de calentamiento que marca la ciencia de grado y medio, triplicar la energía renovable, duplicar la eficiencia energética, reducir el carbón progresivamente sin mitigación, revertir la deforestación y alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050.
“Por primera vez después de 30 años desde la época de Río, la atención se centra en los combustibles fósiles, en un mundo de combustibles fósiles que necesita abandonarlos y proporcionar energía a todos con otros medios”, agregó Teresa Ribera, Ministra de energía de España y Representante del Consejo de la Unión Europea.
Expertos advierten que los compromisos de reducciones propuestos en Dubái solo representan una tercera parte del sacrifico necesario. Mientras, activistas del medio ambiente recalcaron que se requiere más financiación en especial para países vulnerables al cambio climático y puntualidad de los pasos a seguir de los países industrializados y con economías basadas en combustibles fósiles.
“Por un lado, esta es una buena señal de que el mundo finalmente está lidiando con los combustibles fósiles después de casi tres décadas de negarse a hacerlo. Pero, por otro lado, el nuevo texto incluye enormes lagunas que permitirán que la industria del petróleo y el gas continúe”, comentó Jean Su, del Centro para la diversidad biológica.
Por su parte el presidente Joe Biden expresó que Estados Unidos convertirá la crisis en oportunidad para crear empleos en energía limpia, revitalizar comunidades y mejorar la calidad de vida. Ángela González, Voz de América.