Con la certeza de un compromiso establecido para continuar trabajando con las autoridades en la región, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen inauguró la segunda jornada de la Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica.
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"Se han hecho muchos progresos, pero queda mucho por hacer", enfatizó Nielsen durante su discurso en el que señaló que EE.UU. continuará el trabajo conjunto con México, Honduras, Guatemala y El Salvador para definir pasos concretos en la lucha contra las organizaciones criminales, la inmigración ilegal, las pandillas y el narcotráfico.
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El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, reiteró que a diferencia de la primera conferencia sobre prosperidad y seguridad que se realizó en Miami, en esta oportunidad tendrán la oportunidad de hacer "un análisis de los resultados obtenidos y fijar metas concretas con una convocatoria a la acción para el futuro inmediato".
El tema que estuvo presente en todas las intervenciones fue el avance en la reducción de los índices de criminalidad en cada país centroamericano y las necesidades existentes para abordar estrategias que se conviertan en resultados tangibles.
Todos los ministros participantes coincidieron en que "las estructuras criminales no ven fronteras" y si bien pueden afectar de diferentes maneras a cada país, todos finalmente son impactados por lo que se debe luchar contra este flagelo de manera conjunta.
En el caso de Honduras, el ministro de seguridad, Julián Pacheco, indicó que su gobierno "ha logrado depurar la fuerza policial" y que espera que para finales de año el índice de homicidios baje en un 50 por ciento.
También resaltó Pacheco que el gobierno de Honduras ha capacitado a más de 8.000 nuevos policías para sustituir a los que fueron dados de baja. El ministro hondureño agradeció a todas las países presentes por su cooperación y garantizó que Honduras seguirá trabajando para lograr sus objetivos en materia de seguridad.
Por su parte, el ministro de Seguridad de El Salvador, Mauricio Landaverde, señaló que en el país centroamericano "hemos realizado golpes fuertes a las estructuras criminales" y reducir la tasa de homicidios en un 20 por ciento.
Asimismo, Landaverde resaltó que "las pandillas y maras en El Salvador tienen serios problemas para reclutar adeptos como consecuencia de las acciones del gobierno con los jóvenes".
De otro lado, el ministro de gobernación de Guatemala Enrique Degenhart, se enfocó en la importancia de seguir trabajando para mejorar las condiciones económicas, sociales y de seguridad para evitar "que nuestros guatemaltecos migren o cesen en su deseo de migrar".
También expuso Degenhart, que la dirección general de inteligencia civil de Guatemala debe ser fortalecida mediante mejor selección de recursos humanos.
"Tenemos un claro diagnóstico y definición de problemas, ahora se trata de encontrar las fórmulas para responder a nuestros problemas con respeto a la soberanía de nuestros países, pero siempre con un diálogo abierto y franco", dijo el subsecretario de Seguridad de México, José Luis Sáenz.
"Estos problemas son grandes, pero se hacen chicos si todos estamos unidos", agregó Sáenz, quien pertenece al partido del nuevo gobierno que está por instaurarse en México.
Para finalizar el secretario Videgaray también hizo énfasis en la necesidad de acciones concretas como resultado de esta segunda cumbre, pero enfocado en el desmantelamiento de grupos criminales que se dedican al tráfico de inmigrantes y la trata de personas.
"El migrante no es el enemigo es la víctima de organizaciones criminales que abusan de ellos, sobretodo de niños y niñas para burlar las leyes", manifestó el ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray.