Los sucesos de esta semana que sacudieron las fibras más sensibles de los estadounidenses tiene que abrir camino a un amplio diálogo sobre violencia y derechos humanos, afirma una experta.
“Es necesario continuar y profundizar mucho más la conversación sobre el tema de la violencia y el uso tan común de armas con muy pocos límites que hay en el país”, afirmó en entrevista con la Voz de América la subdirectora de Human Rights Watch para Estados Unidos, Maria McFarland Sánchez Moreno.
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McFarland reconoce que el gobierno federal ha realizado varios esfuerzos para incorporar estos temas a la discusión nacional, pero se ha hecho muy poco en otros niveles.
“Los gobiernos estatales y locales son los que deben esforzarse para ejecutar acciones porque en Estados Unidos la gran mayoría de leyes y normas que se aplican a la policía se dan a ese nivel”, afirma la funcionaria de Human Rights Watch.
McFarland recuerda el caso de Ferguson como uno de los puntos más importantes para poner sobre el tapete la discusión del tema del racismo que tiene tanta preminencia en Estados Unidos.
Sobre las reformas que se necesitan para mejorar la relación entre la ciudadanía y la policía, McFarland afirma que hay esfuerzos que se han hecho en el pasado.
“Nosotros hicimos un informe, hace algunos años, sobre este tema e identificamos los obstáculos que enfrenta un proceso de reforma y la misma policía tiene un lobbing muy fuerte que impide ese avance. Pero esto tiene que darse en algún momento”, concluye la experta.