Venezuela llega a la Cumbre de las Américas en un contexto que analistas califican como “poco positivo” para la imagen del gobierno del presidente Nicolás Maduro ante la comunidad internacional.
La causa, según Édgar C. Otálvora, profesor de desarrollo económico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), es “la violación de derechos humanos en Venezuela”.
Otálvora dijo a la Voz de América que hay un cambio en el discurso sobre Venezuela incluso en los aliados del gobierno de Maduro, lo que ha influido ante la opinión pública internacional.
“El tema de Venezuela ya no es visto solo como una confrontación de fuerzas irreconciliables a las cuales hay que ayudar a que tengan un diálogo (…) sino que comienza a verse la situación de Venezuela como un gobierno violador de derechos humanos”, explicó Otálvora.
De hecho, este jueves en una entrevista a la agencia EFE, el presidente Barack Obama manifestó su preocupación por “la erosión continua de los derechos humanos" en Venezuela.
Por su parte, la internacionalista Giovanna De Michele advirtió a la Voz de América que el gobierno de Maduro ha dado indicios de preocupación sobre la percepción de otras naciones, para las cuales Venezuela asemeja “un Estado forajido".
Muestra de esto, según De Michele, es el cambio de conducta del presidente Nicolás Maduro hacia Estados Unidos, “extendiendo la mano y pidiendo un diálogo (...) que resulta incoherente, que no se compagina con las agresiones verbales, movimientos militares supuestamente para prepararse para una agresión”.
Maduro manifestó este miércoles a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,su disposición para reducir las tensiones con Washington, según comunicado difundido por la Presidencia de Brasil.
La Cumbre de las Américas genera expectativa entre algunos venezolanos que esperan que en ese foro hemisférico sean ventilados los problemas que enfrentan.
“Si no se convierte en un circo, que es lo que creo que quiere el gobierno, saldría fortalecida Venezuela si logramos que las ONG que fueron para representarnos tuvieran alguna voz y pudiesen ser escuchadas. Pero habría que esperar si va a terminar como las reuniones de la OEA”, dijo a la Voz de América Marianela Sosa, una ama de casa de 45 años.
Para Luis Valuarte, un administrador de 34 años, un logro para los venezolanos sería que “se discuta lo que está pasando en Venezuela sobre los presos políticos, la situación en las cárceles, la corrupción. Muchos países se están haciendo la vista gorda de lo que sucede aquí”.