Miembros del Grupo de los 20 (G-20), integrado por las economías mundiales más importantes y también las potencias emergentes, coincidieron en señalar que China está causando problemas al comercio y al mercado de divisas, al manipular el valor de su moneda.
Sin embargo, el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, dice que los esfuerzos de Estados Unidos para estimular su economía, también provocan problemas a su país.
“A Brasil le preocupa tanto la depreciación del dólar estadounidense como la del yuan”, afirmó Mantega, en una declaración emitida durante una conferencia telefónica con los medios de prensa.
Mantega también aclaró que no existe un plan de acción conjunto por parte de Brasil y Estados Unidos para presionar a China para que modifique su accionar.
La larga disputa sobre la forma como China establece el valor de su moneda será uno de los temas clave de la agenda del G-20, cuando se reúna en París el 18 y 19 de febrero de 2011.
En cuanto al dólar, el Ministro de Finanzas brasileño afirma que Estados Unidos perjudica a Brasil cuando aplica programas de estimulo a su economía, con bajas en las tasas de interés y un amplio programa para comprar valores financieros, disminuyendo el valor del dólar.
Según Mantega, las bajas tasas de interés y la debilidad de las divisas en las naciones en vías de desarrollo significan que los inversionistas pueden tener mayores ganancias en naciones dinámicas emergentes como Brasil.
El aumento masivo de inversión extranjera en Brasil ha elevado drásticamente el valor de su moneda, el Real, lo que hace más costosos los productos brasileños en el exterior, afectando el vital sector de exportaciones de Brasil.
No a las regulaciones
Productos básicos como el azúcar y la soya son parte importante de la canasta de exportaciones brasileñas y el ministro Mantega dice que el precio global para muchos productos de primera necesidad subió hasta 40% el año pasado.
El ministro de economía de Brasil señaló que algunas naciones del G-20 están considerando propuestas para limitar el aumento de precio de estos productos.
“Brasil se opone totalmente al uso de mecanismos para controlar los precios de los productos de primera necesidad o para regular el precio de los mismos”, afirmó el funcionario.
La razón según sostiene Mantega, es que limitar los precios podría reducir la producción de los cultivos afectados y empeorar el problema de los precios.
El ministro brasileño de Finanzas dice que las regulaciones desestimularán la producción y una retracción en el área de cultivos significa una reducción en las cosechas lo que aumentará más los precios.