Los candidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos hablaron sobre duras medidas en política exterior y lanzaron fieros ataques contra sus rivales al enfrentarse en un nuevo debate en New Hampshire el sábado por la noche.
El debate tuvo lugar tres días antes de la primaria presidencial de Nueva Hampshire –una crucial elección que podría energizar o acabar con algunas de las campañas.
Aparentemente, sintiendo la presión, varios de los candidatos menos favorecidos en las encuestas salieron atacando a su oponentes desde el comienzo del debate.
Ninguno fue más agresivo que el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que apuntó hacia Marco Rubio desde el principio del debate.
“Simplemente no tiene la experiencia para ser presidente de Estados Unidos y tomar ese tipo de decisiones”, dijo Christie de Rubio, un senador novato.
Christie acusó a Rubio de repetir un “discurso de 25 segundos de memoria” que usa en todos los eventos, y dijo que el senador ha conseguido muy poco durante su tiempo en el Senado.
Rubio pareció verse afectado por el ataque, pero se enfocó en criticar al presidente Barack Obama, quien dijo se está embarcando en un “esfuerzo sistemático por cambiar Estados Unidos”.
Rubio es visto como el favorito del aparato tradicional del partido republicano, especialmente después de lograr un tercer lugar en Iowa la semana pasada, un resultado mejor de lo esperado.
Trump centrado en los temas
Donald Trump estuvo de nuevo en el centro del debate, menos combativo que lo usual, enfocado más en la política que en los insultos personales del pas-ado
Defendió su propuesta migratoria, incluyendo la construcción del muro en la frontera con México, dijo que aumentaría la lucha contra ISIS a quienes hay que “romperles la madre con el petróleo” y prometió torturar a los terroristas con cosas peores que con el “waterboarding” o ahogamiento.
Cruz, ganador de las primarias de Iowa, se disculpó con Ben Carson por filtrar un anuncio falso de su retiro de la campaña, no sin antes ser criticado por el neurocirujano que le acusó de practicar la típica “ética de Washington”.
Esa ética, dijo, es la de “decir que si es legal, se puede hacer lo que sea para ganar”.
El debate comenzó poco antes de la prueba de misiles norcoreana, y Jeb Bush dijo que el aprobaría bombardeos preventivos contra esos cohetes si fuera necesario para mantener a Estados Unidos a salvo.