María ha sido la primera en llegar al estacionamiento de un centro comercial de Miami, ahora cerrado por orden del gobernador de Florida. Está escribiendo en una de sus ventanas “Re-Open Florida” (Reabran Florida) mientras en el otro cristal pinta las letras USA con los colores de la bandera estadounidense: azul, rojo y blanco.
Acaba de perder su trabajo como profesora de música en una escuela privada del sur de la Florida. No puede trabajar desde casa porque, dice, su trabajo requiere un contacto físico con el alumno. La mujer, que no quiere ser identificada, está ahí porque quiere manifestarse para pedir a la administración estatal la reactivación de la economía y así volver “a la normalidad”.
Como ella, unas treinta personas se preparan para salir en caravana por la popular Calle Ocho de Miami con rumbo hacia la Torre de la Libertad.
Juan Fiol, uno de los promotores de la marcha, dice a la Voz de América que “hace falta que se abra Miami de nuevo para regresar a la economía” y que si se toman las precauciones adecuadas se puede volver a la normalidad sin mayor problema.
"¿Por qué no puedo tomar las mismas precauciones en el trabajo?"
“Nos están diciendo que si nos ponemos las máscaras y si nos ponemos los guantes podemos ir al supermercado y no nos pasa nada, ¿Por qué no puedo hacerlo en el parque o en la playa?”, pregunta el hombre.
También lea En EE.UU. convierten hogares de ancianos en "centros de recuperación"Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han recomendado el uso de esos protocolos de seguridad para evitar la propagación del coronavirus. En el sur de la Florida, los condados de Miami-Dade y Broward -los más poblados- ordenaron el uso de mascarillas en los supermercados, restaurantes y farmacias.
En Florida se han registrado 31,528 casos positivos de COVID-19 y 1,074 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
Fiol cree que en los trabajos se podrían seguir estas mismas reglas, de manera que gran parte de la población podría recuperar su rutina habitual de trabajo.
“Hay mucha gente que trabaja en factorías, que son mecánicos, que trabajan en oficinas, que si mantienen las mismas reglas que te están imponiendo para ir a la bodega, ¿Por qué no hacer lo mismo ahí?”, insiste.
"Cansado del encierro"
Roberto González, un cubanoamericano retirado en Florida, confiesa estar “cansado del encierro”, por lo que quiere unir su voz a esta petición para que “dejen salir a las personas de sus casas”.
También lea Disminuyen las muertes diarias por COVID-19 en Nueva York“Es tiempo de que abran ya porque no podemos estar encerrados en las casas, hay quien puede sobrevivir, pero muchos que no van a poder hacerlo porque tienen 2 o 3 hijos, tienen que pagar renta, préstamos…”, afirma.
José Machín sostiene que le “han quitado la libertad completamente” y pregunta “qué mal hay de ir a la playa”, que es lo que más le importa en estos momentos de crisis sanitaria.
“Si mantenemos nuestra distancia, ¿Qué mal hay?. Eso es agua salada que nos hace bien para la salud. Se tuvo que cerrar algunas cosas por una emergencia, y está bien cerrarlas por 15 o 20 días, pero ya llevamos 28 días, es demasiado tiempo”, critica.
En el sur de la Florida, las playas tendrán que esperar
El estado de Florida, que no ordenó el cierre de las playas en su emergencia, ha dado vía libre para que los condados decidan qué hacer. Algunas ciudades como Jacksonville permiten que sus residentes paseen por la playa, pero no está permitido el baño o llevar toallas y sillas.
En el sur de la Florida hay cierta expectación por lo que va a pasar. El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, aseguró que se van a empezar a abrir algunos espacios públicos como parques, marinas y campos de golf. Pero nada se sabe de las playas.
También lea EE.UU. limitará cantidad de los préstamos en programa de emergencias: ReutersEn Miami Beach, su alcalde ya avisó a los residentes de que él no va a reabrir las playas, al menos, hasta junio. “Miami Beach no es una ciudad construida para la distancia social, por lo que debemos de tener mucho cuidado dado los millones de personas que acudirían a nuestras playas”, decía el político en una entrevista con MSNBC este fin de semana.
Pedro Barrios, un hijo de exiliados cubanos que trabaja como psicólogo en Miami y que se prepara para presentar su candidatura como representante estatal de Florida por el partido republicano, confiesa que esta crisis sanitaria no le ha afectado porque ha podido seguir ejerciendo su trabajo a través de la computadora. Sin embargo, hay mucha gente de su entorno que han perdido su empleo y no saben cuándo podrán volver a trabajar.
“Es hora de abrir la Florida, es hora de que todo el mundo regrese a sus trabajos con las precauciones adecuadas, usando el sentido común y poco a poco volver a nuestras vidas porque si seguimos con la Florida cerrada muchas personas van a sufrir de ansiedad o incluso vamos a ver más suicidios”, advierte.
Manifestaciones similares para exigir la reapertura han ocurrido en otros estados del país, como Ohio, Oklahoma, Texas y Virginia. Los manifestantes se han opuesto a las normas de distanciamiento social impuestas para detener la propagación del coronavirus, así como por los cierres de miles de negocios que ha dejado desempleados a más de 22 millones de estadounidenses.
Pero en sitios como Miami, también están los que se oponen al fin de las medidas de distanciamiento: "No comprendo cómo la gente cree que puede volver a la normalidad con la cantidad que sigue enfermando y muriendo", dijo Rita Rodríguez, empleada de una farmacia Navarro en la Calle Ocho, muy cerca de la zona donde se manifestó el grupo que exige volver al trabajo.
También lea Juez federal ordena liberar a menores de edad detenidos por inmigraciónDeSantis: "No tengo fecha, quiero hacerlo bien"
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya avisó en una conferencia de prensa que no tiene prisa por reabrir completamente el estado. “Prefiero hacer las cosas bien, aunque los números estén bajando”, advirtió.
Está previsto que esta semana ofrezca más detalles sobre los planes que tiene para llevar a cabo la reactivación de la economía, que sería por tres fases y teniendo en cuenta el número de casos positivos.