La Liga Árabe y las potencias occidentales, incluyendo EE.UU., instaron al gobierno sirio a permitir el acceso de los inspectores de la ONU a los sitios de los ataques.
El gobierno del presidente Barack Obama pidió a Naciones Unidas (ONU) que investigue las denuncias de que el gobierno de Siria está utilizando armas químicas contra la población civil y también procuran que el Consejo de Seguridad discuta el tema.
Poco antes de una reunión de emergencia que este miércoles sostuvo el Consejo de Seguridad de ONU, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que estaban "muy preocupados" acerca de un informe sobre el uso de armas químicas.
El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest, dijo que Estados Unidos no podía confirmar el reporte. Por esa razón, dijo, es aún más importante que el gobierno de al-Assad permita a los inspectores de ONU que se encuentran en el país, el acceso al lugar donde se dice que ocurrió el ataque.
Los activistas de la oposición dicen que el gobierno del presidente Bashar al-Assad utilizó gases tóxicos en un ataque que mató al menos a 100 personas.
Por su parte, el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad, niega haber utilizado armas químicas en el último ataque contra los rebeldes en los suburbios de Damasco y acusan a la oposición de tratar de distraer a los inspectores de ONU que llegaron a Siria esta semana para investigar las afirmaciones del gobierno de que los rebeldes utilizaron armas químicas a principios de año.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, General Martin Dempsey, dijo al Congreso que el Gobierno de Barack Obama se opone a una intervención militar en Siria, aunque sea limitada, porque piensa que los rebeldes que combaten contra el régimen de Bashar Assad no apoyarían los intereses estadounidenses si llegaran al poder.
Sus comentarios los hizo en una carta enviada al Representante Eliot Engel y obtenida por The Associated Press, en la que afirma que "Siria no es sobre escoger entre dos bandos, sino sobre escoger uno de entre muchos bandos". Agregó que "soy de la opinión que el bando que escojamos debe estar preparado para promover sus intereses y los nuestros cuando la balanza se vuelque a su favor. Por ahora, no están preparados".
En tanto Rusia, un aliado clave de al-Assad, acusa a la oposición de "provocación premeditada" al denunciar un ataque químico del gobierno poco después de la llegada de los inspectores de ONU.
Preocupación de EE.UU.
Estados Unidos mostró este miércoles su preocupación por los reportes de que cientos de personas habrían muerto en un bombardeo con armas químicas en los suburbios al oriente de Damasco, la capital de Siria, denunciado esta mañana por grupos de oposición en ese país.
De acuerdo a esos reportes hasta 1.300 personas habrían muerto en los ataques, cifra que de confirmarse, haría de éste el peor ataque con armas químicas en el mundo desde hace décadas.
Sin embargo, ni los números ni la veracidad del ataque ha podido ser verificado, aunque las crudas imágenes y los vídeos divulgados muestran la gravedad del bombardeo. El comunicado de la Casa Blanca señala que se trabaja "urgentemente para recabar información adicional".
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que hubo cañoneo intenso contra los suburbios de Zamalka, Arbin y Ein Tarma y que “gas venenoso” fue lanzado con cohetes y también desde el aire.
El ataque coincide con la visita de un equipo de 20 expertos en armas químicas de la ONU a Damasco que investigaba denuncias anteriores, a quienes se ha pedido se acerquen “inmediatamente” a la zona supuestamente afectada.
La Casa Blanca se unió a estos llamados urgiendo al equipo de la ONU a "entrevistar de inmediato a los testigos y a los individuos afectados" y a "recabar la evidencia física sin la interferencia o manipulación del gobierno sirio".
El gobierno sirio rápidamente negó los reportes sobre el uso de armas químicas el miércoles y aseguró que carecen de fundamento.
"Son un intento por evitar que la comisión de la ONU lleve a cabo su misión", reportó la agencia de noticias estatal SANA citando palabras de un funcionario del gobierno cuyo nombre no reveló, como acostumbra.
Poco antes de una reunión de emergencia que este miércoles sostuvo el Consejo de Seguridad de ONU, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que estaban "muy preocupados" acerca de un informe sobre el uso de armas químicas.
El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest, dijo que Estados Unidos no podía confirmar el reporte. Por esa razón, dijo, es aún más importante que el gobierno de al-Assad permita a los inspectores de ONU que se encuentran en el país, el acceso al lugar donde se dice que ocurrió el ataque.
Los activistas de la oposición dicen que el gobierno del presidente Bashar al-Assad utilizó gases tóxicos en un ataque que mató al menos a 100 personas.
Por su parte, el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad, niega haber utilizado armas químicas en el último ataque contra los rebeldes en los suburbios de Damasco y acusan a la oposición de tratar de distraer a los inspectores de ONU que llegaron a Siria esta semana para investigar las afirmaciones del gobierno de que los rebeldes utilizaron armas químicas a principios de año.
"No se puede ayudar a los rebeldes"
"No se puede ayudar a los rebeldes"El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, General Martin Dempsey, dijo al Congreso que el Gobierno de Barack Obama se opone a una intervención militar en Siria, aunque sea limitada, porque piensa que los rebeldes que combaten contra el régimen de Bashar Assad no apoyarían los intereses estadounidenses si llegaran al poder.
Sus comentarios los hizo en una carta enviada al Representante Eliot Engel y obtenida por The Associated Press, en la que afirma que "Siria no es sobre escoger entre dos bandos, sino sobre escoger uno de entre muchos bandos". Agregó que "soy de la opinión que el bando que escojamos debe estar preparado para promover sus intereses y los nuestros cuando la balanza se vuelque a su favor. Por ahora, no están preparados".
En tanto Rusia, un aliado clave de al-Assad, acusa a la oposición de "provocación premeditada" al denunciar un ataque químico del gobierno poco después de la llegada de los inspectores de ONU.
Preocupación de EE.UU.
Estados Unidos mostró este miércoles su preocupación por los reportes de que cientos de personas habrían muerto en un bombardeo con armas químicas en los suburbios al oriente de Damasco, la capital de Siria, denunciado esta mañana por grupos de oposición en ese país.
De acuerdo a esos reportes hasta 1.300 personas habrían muerto en los ataques, cifra que de confirmarse, haría de éste el peor ataque con armas químicas en el mundo desde hace décadas.
Sin embargo, ni los números ni la veracidad del ataque ha podido ser verificado, aunque las crudas imágenes y los vídeos divulgados muestran la gravedad del bombardeo. El comunicado de la Casa Blanca señala que se trabaja "urgentemente para recabar información adicional".
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que hubo cañoneo intenso contra los suburbios de Zamalka, Arbin y Ein Tarma y que “gas venenoso” fue lanzado con cohetes y también desde el aire.
El ataque coincide con la visita de un equipo de 20 expertos en armas químicas de la ONU a Damasco que investigaba denuncias anteriores, a quienes se ha pedido se acerquen “inmediatamente” a la zona supuestamente afectada.
La Casa Blanca se unió a estos llamados urgiendo al equipo de la ONU a "entrevistar de inmediato a los testigos y a los individuos afectados" y a "recabar la evidencia física sin la interferencia o manipulación del gobierno sirio".
El gobierno sirio rápidamente negó los reportes sobre el uso de armas químicas el miércoles y aseguró que carecen de fundamento.
"Son un intento por evitar que la comisión de la ONU lleve a cabo su misión", reportó la agencia de noticias estatal SANA citando palabras de un funcionario del gobierno cuyo nombre no reveló, como acostumbra.