EE.UU. niega politización en el reporte sobre tráfico de personas

Casi dos tercios de las víctimas de tráfico a nivel mundial provienen de Asia.

Funcionarios del Departamento de Estado negaron en una audiencia ante el Senado de Estados Unidos que la elaboración del reporte de tráfico de personas del año 2017 haya sido politizada y reafirmaron el compromiso de la administración Trump en la lucha contra este delito.

El reporte clasifica a los países en cuatro niveles de acuerdo con su cumplimiento con la ley federal de protección de víctimas del tráfico. Este año, Malasia ascendió a la segunda categoría, saliendo del grupo de países que EE.UU tenía en su “lista de seguimiento.”

La jefe de la oficina contra el combate y monitoreo del tráfico humano, Susan Coppedge, atribuye este ascenso a los esfuerzos que el gobierno del país asiático está haciendo para perseguir y criminalizar a los traficantes.

Hace solo dos años, Malasia se ubicaba en el nivel más bajo de los países evaluados en el reporte, debido a que según EE.UU su gobierno ni cumplía con los requerimientos mínimos de la ley para protección de víctimas ni estaba tomando esfuerzos para hacerlo.

“Malasia fue subido de categoría en el reporte, a pesar de que no parecen haber cambios sustanciales [en el número de víctimas de tráfico de personas”, dijo el senador Ben Cardin en la audiencia de la Comisión de Asuntos Internacionales.

De acuerdo con la ONG Humans Right Watch, el cambio de estatus de Malasia en el reporte pudo haber sido inducido por intereses políticos relacionados con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Durante la audiencia, el senador Cardin hizo alusión a este posible movimiento político.

“La elaboración de este reporte no fue politizada”, respondió el subsecretario de Estado, John Sullivan.

China, por otro lado, descendió de categoría, colocándose en el último nivel, donde antes se encontraba Malasia.

“China no está tomando ningún paso [para acabar con el tráfico de personas]”, afirmó Sullivan. El secretario de Estado denunció además la explotación de ciudadanos norcoreanos en el gigante asiático con la complicidad del gobierno chino.

Asia es la región del mundo con más víctimas de tráfico de personas. De acuerdo con la ONG Walk Free Foundation, casi dos tercios de los 36 millones de personas traficadas en el mundo provienen del continente.