La Corte Suprema asumió es miércoles la discusión que determinará el futuro legal del aborto en EE. UU. Los argumentos se centran en Mississippi, estado que aprobó una ley que prohíbe los abortos después de las 15 semanas de embarazo, sin excepción por violación o incesto.
Pese a que el tribunal tiene hasta junio para confirmar la sentencia de la legislatura de Mississippi, activistas pro vida rodearon ya hoy la sede de la Corte para hacer presión, en un sentido u otro.
El caso capta la atención nacional puesto que las conclusiones del que algunos jueces llaman “el debate social más contencioso de Estados Unidos” definirá pautas legales de este tema en todo el país. En los próximos días se espera que más de dos docenas de otros estados de EE. UU. busquen restringir también el aborto.
También lea La Corte Suprema escucha argumentos sobre la ley de aborto de TexasSegún Kimberlyn Schwartz de Texas Right to Life, organización contra el aborto, parece muy probable que la Corte revoque el derecho al aborto. “Estamos realmente alentados de que este pueda ser nuestro cambio, ojalá para revertir el rol por completo sino para debilitarlo sustancialmente", señaló a la Voz de América.
Como esta, otras organizaciones conservadoras se sienten alentadas por el hecho de que la actual conformación de la Corte -con seis magistrados conservadores y tres liberales- podría favorecer su postura.
Mientras que la abogada Julie Rikelman, que aboga por el Centro de Derechos Reproductivos, asegura que la ley de Mississippi es "rotundamente inconstitucional".
"Que un estado tome el control del cuerpo de una mujer y exija que pase por el embarazo y el parto, con todos los riesgos físicos y las consecuencias que alteran la vida, es una privación fundamental de su libertad", aseguró Rikelman.
Más voces encontradas
La procuradora general Elizabeth Prelogar, en representación de la Administración del presidente Joe Biden, argumentó ante los magistrados que la corte "nunca ha revocado un derecho que es tan fundamental para tantos estadounidenses".
Sonia Sotomayor, una de las tres juezas liberales de la corte, apuntó que "el derecho de una mujer a elegir, el derecho a controlar su propio cuerpo, ha sido claramente establecido".
Mientras que Amy Coney Barrett, quien fue nominada por el presidente Donald Trump, preguntó repetidamente por qué la adopción no puede considerarse como una alternativa viable al aborto.
El juez Brett Kavanaugh, también nominado por el expresidente Trump, dejó claro que creía que los estados deberían regular el acceso al aborto.
"¿Por qué esta corte debería ser el árbitro en lugar del Congreso, las legislaturas estatales, las cortes supremas estatales, el pueblo?", cuestionó Kavanaugh.
Por su parte el procurador general de Mississippi, Scott Stewart, instó a la corte a mantener la prohibición estatal de 15 semanas y anular los casos históricos que consagraron el derecho constitucional de una mujer a decidir sobre el nacimiento de un hijo y la familia.
Stewart también reconoció el tema que se debate es "difícil" y argumentó que se debería permitir que los estados individuales establezcan sus propias reglas.
"Cuando un tema afecta a todos y cuando la Constitución no toma partido en él, es del pueblo", dijo. "Este tribunal debería invalidar a Roe y Casey y respetar la ley estatal".
El fallo de 1973, Roe v. Wade, la Corte Suprema, por un voto de 7-2, sostuvo que el acceso al aborto es un derecho constitucional hasta que el feto sea viable fuera del útero, lo que normalmente es entre las 22 y las 24 semanas.
En un fallo de 1992, Planned Parenthood v. Casey, la corte confirmó el fallo de Roe y determinó que los estados no pueden imponer una "carga indebida" sobre la capacidad de una mujer para abortar.
* Con información de Laura Sepúlveda, desde Nueva York, y AFP
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