Desafíos de cara a las elecciones

  • Federica Narancio

La fórmula del Partido Nacional compuesta por Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga apuesta ahora al mensaje de "equilibrio".

El candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, debe captar más que los votos colorados para ganar las elecciones en Uruguay, según politólogos. Su apuesta es al mensaje de “equilibrio” entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo.

En la campaña de cara a las elecciones del 29 de noviembre, el candidato presidencial que enfrenta mayor desafíos a la hora de captar votos es el centro-derechista Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional, según dijeron politólogos consultados por la Voz de América.

“Es una campaña muy difícil”, dijo Ignacio Zuasnabar, politólogo de la encuestadora Equipos Mori.

“Es obvio pero no está de más decir que, a mi juicio, en un escenario polarizado donde el 48,2% de los uruguayos votó a (José) Mujica, a Lacalle no le es suficiente captar todo lo otro: blancos, colorados, independientes, anulados y en blanco para superar al Frente Amplio”.

Lo mismo opinó el analista político Juan Carlos Doyenart, de Interconsult.

“Al Frente Amplio le queda un trecho corto que cubrir para ganar la presidencia. En el caso de Lacalle, tiene que convencer a mucha más gente fuera del partido que lo voten”, dijo.

El Partido Nacional cuenta con el apoyo del Partido Colorado y lo más probable es que muchos colorados le den su voto, según Zuasnabar. Aún así, Lacalle debería captar algunos votos del Frente Amplio para superar a su rival.

Zuasnabar dijo que si bien hay votantes de la línea más centrista del Frente Amplio que no están convencidos de que Mujica sea el mejor candidato a la presidencia, sería poco probable que le den su voto al Partido Nacional.

“¿Las objeciones que tienen estos votantes de Mujica serán mayores a las objeciones que tengan sobre Lacalle? Más bien parece que no, por algo lo votaron en octubre. ¿Se puede revertir esto en un mes? Es una tarea complicada. Si Lacalle quiere ganar no tiene más remedio que intentarlo”, según el politólogo.

Lacalle y su compañero de fórmula, Jorge Larrañaga, apostaron ahora al mensaje de “equilibrio” entre poderes, según manifestaron en el lanzamiento de su campaña en una conferencia de prensa en el Palacio Legislativo.

Si el Frente Amplio obtiene la mayoría parlamentaria tal como está previsto, los votantes pueden equilibrar la fuerza política al darle al Partido Nacional el mando del Poder Ejecutivo, dijo Lacalle, pues él representará a todos los uruguayos más allá de las líneas partidarias.

“(…) Porque para nosotros, y en esta tierra nada hay mayor que el valor patria y que el valor nación, a los titulares del Poder Nacional, dirigirnos a todos, frentistas, blancos, colorados, votantes del Partido Independiente, ciudadanos sin afiliación, a los 2.200.000 que el 29 van a opinar, no nos cuesta hacerlo en el más alto nivel de la convocatoria y en el más noble sentido del uso eventual del poder”, dijo el presidenciable.

Por otra parte, si bien el Frente Amplio está en una posición cómoda de cara a las elecciones de noviembre, debe tener “extremado cuidado”, dijo Zuasnabar.

“Mujica no debe dar mensajes que puedan incomodar al votante frentista menos ideologizado, al más independiente, de centro”.

La caída en el número de votantes del Frente Amplio de 2004 al 2009 de dos puntos se concentra en el electorado del centro, según el politólogo. “Probablemente esa caída, pequeña en términos relativos, tenga que ver con la figura de Mujica y la propuesta que este segmento puede sentir que está más a la izquierda”.

Doyenart coincidió en que la estrategia del Frente Amplio deberá ser la de anteponer la gestión del gobierno del presidente Tabaré Vázquez y la imagen del partido ante la del candidato José Mujica.