Desarticulan una red de tráfico de indocumentados que actuaba desde México hasta Arizona.
Las autoridades estadounidenses detuvieron a nueve sospechosos, siete de ellos mexicanos, acusados de formar parte de una red encargada del tráfico de personas sin documentación legal para entrar en Estados Unidos.
Si bien sobre ellos no pesan cargos formales, la policía cree que su negocio consistía en recoger a indocumentados desde México para cruzar la frontera a pie y llevarlos hasta casas de refugio en Phoenix, Arizona, desde donde eran distribuidos a varias zonas del país.
El grupo estaba encabezado por un mexicano, quien se identificó como Mark Rodríguez Banks, de 29 años. El sospechoso es conocido también como Ricardo Morales Mejía.
Al menos siete de las personas en custodia son ciudadanos mexicanos que se sospecha se encontraban en el país de forma ilegal, agregaron las autoridades.
Fred Zumbo, capitán del Departamento de Seguridad Pública del estado de Arizona, afirmó que la banda estaba especializada en el tráfico de personas de América Central, y que muchos de sus clientes eran de Guatemala.
Arizona es el principal acceso para los traficantes de personas y drogas sobre los 3.200 kilómetros de la frontera entre México y Estados Unidos. Del 40 al 50% de las detenciones de indocumentados cada año en la frontera son efectuadas en ese estado, según la Patrulla Fronteriza estadounidense.
Confiscan $2 millones de dólares
La policía federal confiscó dos millones de dólares en efectivo en los puestos de ingreso a Nogales, Arizona, a lo largo de una semana.
Este dinero sin declarar pertenecía a una mujer de 42 años y a un hombre de 49 que volvían a México, de donde son originarios, en una camioneta. Los inspectores encontraron aproximadamente $1,1 millones de dólares escondidos en el techo del vehículo.
La semana anterior, las autoridades habían detenido a otra mexicana, de 24 años, a quien le encontraron en posesión de $937.000 dólares en compartimientos de su camioneta.
Las autoridades dijeron que los tres fueron arrestados y entregados a funcionarios del Servicio de Migración y Control de Aduanas para ser enjuiciados.