La crisis humanitaria de Venezuela está a punto de superar a la de los refugiados sirios y, en los próximos meses, podría convertirse en la más grande de la historia moderna, afirma un estudio del Instituto Brookings.
El estudio, divulgado el lunes, hace la comparación: 4,6 millones de venezolanos han abandonado su país hasta la fecha, mientras que en Siria la cifra de refugiados en 2015 era de 4,8 millones. Sin embargo, la de Siria ya está contenida y la de Venezuela tiende a incrementarse.
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Brookings prevé que 6,5 millones de venezolanos residan en el exterior para 2020, según cifras de la agencia para los refugiados de la ONU, ACNUR, y que, si la crisis humanitaria en Venezuela empeora, llegarán a ocho millones.
Dany Bahar, economista y uno de los dos autores del estudio, explicó a la Voz de América que buscaron hacer una comparación justa con los datos públicos de las organizaciones internacionales, por lo que hicieron la comparación desde el año del inicio de cada conflicto.
“En ese sentido, Venezuela teniendo aproximadamente cuatro años desde que éxodo comenzó, los números, la magnitud de la crisis de refugiados venezolanos es similar de manera impresionante a la magnitud de la crisis siria, cuando la crisis siria tenía cuatro años de haber comenzado”, indica Bahar.
Lo que más destaca el estudio es que la respuesta de la comunidad internacional ha sido pequeña en relación con la magnitud del desplazamiento humano.
“La gran diferencia se ve en términos de financiamiento. La crisis venezolana se caracteriza por tener una cantidad de fondos internacionales muy baja comparada con las otras crisis, no solamente la Siria, si no la de Sudán del Sur”, afirma el economista.
En respuesta a la crisis de Siria, la comunidad internacional movilizó grandes sumas de capital, que alcanzaron la cifra de 7.400 millones de dólares en cuatro años. Para Venezuela, en un período de tiempo similar, apenas se han asignado 580 millones de dólares. Eso representa, según el estudio, un per cápita de 1.500 dólares por cada refugiado sirio y 125 dólares por cada venezolano.
También lea ONU incluye a Venezuela entre países que urgen de ayuda humanitariaEn el documento resaltan que, a diferencia de otras crisis de refugiados, la de Venezuela no es resultado de una guerra o conflicto convencional, pero las condiciones que enfrentan diariamente los venezolanos en su país no son muy diferentes de una zona de guerra.
“El colapso económico, que precedió a las sanciones internacionales, se destaca porque no fue provocado por fuerzas externas o disturbios internos: fue fabricado por aquellos en el poder y, por lo tanto, totalmente evitable”, señala el informe.
Venezuela se está convirtiendo en un estado fallido, si no lo es ya. La escasez de agua y electricidad se han convertido en una norma, y la violencia generalizada, a veces con la complicidad de las fuerzas de seguridad del gobierno, hace al país uno de los más violentos del mundo, continúa el documento.
“En el caso sirio suena bastante obvio que estas personas son refugiados, porque lo son, porque están realmente escapando de un conflicto armado, donde su vida corre peligro y han sido forzosamente desplazado. En el caso venezolano, como esto se origina por una crisis humanitaria severa y obviamente una crisis política, hay gente que tiende pensar que no son refugiados, que son inmigrantes que deciden irse”, afirma por su parte a la VOA, Bahar.
También lea Brasil otorga condición de refugiados a más de 21.000 venezolanosEl estudio de Brookings afirma que los venezolanos que huyen son refugiados y se merecen las protecciones asociadas con esa condición, pero hasta ahora el peso de esas responsabilidades ha caído en los vecinos de la región, especialmente Colombia, Ecuador y Perú, los cuales han recibido muy poco apoyo de la comunidad internacional en comparación con otros desplazamientos históricos.
Hasta el día de hoy, esos tres países siguen solicitando más colaboración para poder hacer frente a la corriente migratoria. “Creo que se podía esperar que estos inmigrantes y refugiados siguen yendo a los otros países de la región, simplemente porque muchas de estas personas no tienen los recursos para ir más allá”, destaca el autor.
Esta situación ha llevado a algunos de los países de la región a imponer barreras a la entrada de venezolanos. Así han hecho Ecuador, Perú y Chile, y más recientemente República Dominicana, que anunció que exigirá una visa a los migrantes del país.
Para Bahar, estas son medidas que “generan incentivos para ir a otros destinos”, y estima que la ruta empiece a moverse posiblemente hacia el norte.
El informe dice que no hay soluciones sencillas porque la crisis es políticamente compleja, extendida e involucra a más de 17 naciones receptoras de refugiados, y propone una mayor coordinación entre estas naciones y donantes.
“La crisis de los refugiados venezolanos ya ha alcanzado una escala global. Por eso, ahora requiere que la respuesta también sea de nivel global”, concluye el estudio de Brookings.
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Para Bahar, estas son medidas que “generan incentivos para ir a otros destinos”, y estima que la ruta empiece a moverse posiblemente hacia el norte.
El informe dice que no hay soluciones sencillas porque la crisis es políticamente compleja, extendida e involucra a más de 17 naciones receptoras de refugiados, y propone una mayor coordinación entre estas naciones y donantes.
“La crisis de los refugiados venezolanos ya ha alcanzado una escala global. Por eso, ahora requiere que la respuesta también sea de nivel global”, concluye el estudio de Brookings.