El equipo defensor del presidente Donald Trump para su próximo juicio político en el Senado incluirá al exprofesor de Derecho de la Universidad de Harvard Alan Dershowitz y a Ken Starr, el abogado independiente que investigó al presidente Bill Clinton cuando también enfrentó un juicio político.
El equipo también incluirá a Pam Bondi, exfiscal estatal de Florida y aliada de Trump, esto de acuerdo a una persona que conversó con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar de manera oficial.
Los papeles principales en la defensa de Trump estarán a cargo del abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, y el abogado personal de Trump, Jay Sekulow.
Al agregar a Dershowitz y Starr, el equipo defensor del presidente recurre a un par de abogados muy conocidos y que tienen experiencia en algunos de los dramas legales más importantes de la historia estadounidense reciente.
Las adiciones le dan al presidente más especialistas experimentados tanto en derecho constitucional como en procesos de juicio político.
La investigación de Starr sobre la relación de Clinton con la expasante de la Casa Blanca Mónica Lewinsky ayudó a poner en marcha la acusación contra el entonces presidente, hasta hace poco el caso más reciente de este tipo que maneja el Congreso.
Dershowitz confirmó su designación el viernes en una serie de tuits. En uno de ellos dijo que “presentaría argumentos orales en el juicio del Senado para abordar los argumentos constitucionales contra la destitución y la remoción”.
Dershowitz expresó de sí mismo: “Si bien el profesor Dershowitz no es partidista en lo que respecta a la Constitución - ya que se opuso al juicio político al presidente Bill Clinton y votó por Hillary Clinton - cree que los temas en juego van al corazón de nuestra perenne Constitución”.
Un presentador de Fox News dijo al aire que Starr dejará de trabajar para la cadena como resultado de su incorporación al equipo defensor de Trump.
Otros miembros de la defensa de Trump incluyen a Jane Raskin, quien fue parte del equipo legal del presidente durante la investigación sobre la injerencia rusa que hizo el fiscal especial Robert Mueller, y a Robert Ray, quien fue parte de la investigación de Whitewater sobre los Clinton.
El Senado inició formalmente el juicio político contra Trump el jueves, con una ceremonia tranquila que incluyó a los senadores jurando impartir “justicia imparcial” como jurados, así como a los fiscales de la Cámara de Representantes que leyeron formalmente los cargos.
También lea Gestores de juicio político a Trump preparan informes legalesTrump enfrenta dos cargos luego de que la Cámara de Representantes votó a favor de someterlo a un juicio político el mes pasado. Uno de los cargos alega que abusó de su poder presidencial cuando apremió a Ucrania para que investigara al exvicepresidente Joe Biden, utilizando la ayuda militar del país como palanca. El mandatario también fue acusado de obstruir la subsiguiente investigación del Congreso.
El presidente insiste en que no hizo nada malo y volvió a criticar el juicio el jueves en la Casa Blanca. “Es totalmente partidista. Es una farsa”, aseveró.
Se prevé que el Senado, de mayoría republicana, lo absuelva. Sin embargo, se están acumulando nuevas revelaciones sobre las acciones de Trump respecto a Ucrania.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos dijo el jueves que la Casa Blanca violó la ley federal cuando retuvo la asistencia para Ucrania.
Al mismo tiempo, Lev Parnas, socio del abogado personal de Trump Rudy Giuliani que también fue acusado, ha entregado a los fiscales nuevos documentos que vinculan al presidente con un canal secundario de política exterior que fue orquestado por Giuliani.
Los acontecimientos aplicaron más presión a los senadores para que llamen a nuevos testigos para el juicio, una cuestión en disputa que todavía debe resolverse. La Casa Blanca ha instruido a los funcionarios a no cumplir con las órdenes de comparecencia emitidas por el Congreso que solicitan testimonio u otro tipo de información.