Veinticuatro cámaras de vigilancia instaladas por narcotraficantes en postes telefónicos y de luz en la ciudad mexicana de San Luis Río Colorado han sido incautadas, anunciaron autoridades el viernes.
Esta ciudad del estado norteño de Sonora padece violencia desde hace años a causa de enfrentamientos entre cárteles de la droga por el control del cruce fronterizo, donde pueden contrabandear drogas.
Fiscales de Sonora dijeron que las cámaras habían sido colocadas en los postes por “halcones”, el nombre que se suele utilizar en México para los centinelas de los cárteles de la droga que tratan de seguir los movimientos de los soldados y la policía.
Soldados del ejército retiraron los dispositivos, y las imágenes dejaban entrever que se trataba de cámaras comunes que se suelen colocar en terrazas, cubiertas de cinta aislante. Se encontraron en tres vecindarios diferentes, algunas de ellas incluso fijadas a palmeras.
También lea Más de 100 muertos o desaparecidos deja guerra interna del Cartel de Sinaloa en MéxicoSan Luis Río Colorado, limítrofe con Yuma, Arizona, es conocida por ser una localidad fronteriza a la que los estadounidenses acuden en busca de recetas médicas baratas y tratamientos dentales. Pero se ha visto cada vez más afectada por la violencia de los cárteles de la droga.
No es la primera ciudad fronteriza en que los cárteles han instalado sus propias redes de vigilancia.
En 2015, un cártel de narcotraficantes del estado de Tamaulipas, en el noreste de México, utilizó por lo menos 39 cámaras para vigilar las acciones de las autoridades en la ciudad de Reynosa, limítrofe con McAllen, Texas.
Las cámaras estaban conectadas a las líneas eléctricas situadas sobre las calles de la ciudad y accedían a internet mediante los cables telefónicos que estaban en los mismos postes. Además, incluían módems y se podían operar de forma inalámbrica o a través de líneas de proveedores comerciales.
También lea Presidente mexicano responsabiliza a EEUU de ola de violencia en el estado de SinaloaVarias de las cámaras estaban instaladas en una base militar, mientras que otras captaban el movimiento en el exterior de un puesto de la Infantería de Marina, las oficinas del procurador general y la policía estatal, así como centros comerciales, vías principales y algunos vecindarios.
A lo largo de 2015, las autoridades también descubrieron 55 antenas de radiocomunicación entre las cercanas ciudades fronterizas de Matamoros y Miguel Alemán.
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