Hace diez años, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Este es uno de los instrumentos internacionales de derechos humanos ampliamente ratificados y que ha impulsado avances significativos en el compromiso, la acción en pro de la igualdad, la inclusión y el empoderamiento en todo el mundo de las personas con alguna discapacidad física.
Este derecho, impulsado por 169 estados partes de la ONU, incorporó la discapacidad en las agendas mundiales de derechos humanos y desarrollo.
Este año los estados miembros de las Naciones Unidas, proyectan la aplicación del Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan para la paz, la prosperidad, la dignidad y las oportunidades para todos en un planeta saludable.
Plantea 17 objetivos de desarrollo sostenible, basada en el compromiso de no dejar a nadie atrás.
Para lograrlo se requiere la plena inclusión y participación efectiva de las personas con discapacidad en la sociedad y el desarrollo.
La ONU plantea eliminar los estereotipos y la discriminación que perpetúan su exclusión y construir un entorno accesible, propicio e inclusivo para todos.
Para que la Agenda de 2030 tenga éxito, las Naciones Unidas quieren incluir a las personas con discapacidad en la implementación y monitoreo e la agenda, además de usar la Convención como una guía.