El brote del coronavirus en muchos países del mundo ha provocado que los gobiernos impusieran medidas jamás vistas en los tiempos modernos. En Estados Unidos, como en otras naciones, las autoridades han pedido a la población que permanezca en casa y que únicamente salgan por extrema necesidad. La intención es frenar al máximo esta pandemia que en EE.UU. ya se ha saldado con más de 34.000 casos positivos y 485 muertos.
Y la cifra puede seguir en aumento. Elianne Gallero lleva seis años en Miami (Florida). Dejó su natal Caracas huyendo de la grave crisis económica, política y humanitaria que vivía su país. Nunca había pensado que la escasez de productos a la que ya estaba “acostumbrada” en Venezuela también la iba a encontrar estos días en los supermercados del sur de la Florida.
“No sé si tengo pánico o es solamente ansiedad con todo lo que está pasando ahora y por el hecho de estar sola, porque mi familia no está acá conmigo”, relata Gallero, que lleva más de una semana encerrada en su apartamento en el centro de Miami.
Cuarentena voluntaria
Decidió no salir de casa “hasta nuevo aviso” después de ver la grave situación en Italia y en España. Está convencida que el colapso hospitalario que se está viviendo en esos países europeos a raíz del COVID-19 es “una pesadilla” que también puede experimentar el sistema sanitario estadounidense.
También lea Trump activa ayuda para California, Nueva York y WashingtonPor eso, ha querido poner medidas desde el primer día. Lo puede hacer porque tiene un trabajo que se lo permite. Trabaja en el sector de marketing y producción de contenidos, algo que puede hacer de forma remota y prácticamente desde cualquier parte del mundo.
“Me empecé a preparar hace como dos semanas, cuando la situación no estaba tan fuerte. Siempre me gusta cuidarme en temas de salud, vi lo que había pasado en Europa, y me acuerdo que fui al mercado a comprar vitamina C y multivitamínicos porque yo asumí que iban a subir de precio pero no porque iba a llegar una pandemia”, explica.
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No pensó en comprar “ni comida ni papel higiénico” porque pensaba que no serían indispensables. Ahora, admite, le resulta muy difícil encontrar ciertos alimentos o productos de higiene dependiendo de la hora a la que va al supermercado.
También lea Argentina despliega su plan de emergencia ante el coronavirus“Nunca pensé que nos tendríamos que encerrar en casa, que el virus se iba a expandir tan rápidamente y, desde la semana pasada, dejé de trabajar y lo hice desde mi casa”, comenta angustiada porque los ingresos económicos han bajado muchísimo y no sabe hasta cuándo puede durar esta situación.
Cuarentena preventiva
Enmanuel Villalobos, un periodista venezolano también radicado en el sur de la Florida, este domingo cumplió su cuarentena. Decidió encerrarse en su casa “y no salir ni para ir al supermercado” después de haber tenido contacto con el equipo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El director de prensa del mandatario brasileño había dado positivo después del viaje oficial que la comitiva presidencial hizo por Florida.
Fue uno de los primeros casos en darse a conocer: la noticia captó la atención local y nacional ya que varios políticos dieron positivo en la prueba del COVID-19, entre ellos el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que también mantuvo un encuentro con su homólogo en su residencia privada de Mar-a-Lago, dijo que se sometió a la prueba del coronavirus y resultó negativa.
También lea La Guardia Nacional despliega más centros de prueba del coronavirus en Florida“Lo primero que hicimos fue llamar al Departamento de Salud de la Florida, y nos dijeron que quizás el riesgo había sido mínimo si no recordábamos estar en contacto con esa persona, pero que las autoridades recomendaban aislamiento preventivo ante la duda”, explicó Villalobos.
El joven, de 26 años que se desempeña como reportero en TVVenezuela, habló con sus superiores sobre esta decisión y acordaron que lo mejor sería realizar una cuarentena como medida de precaución. “Así que agarré mis cosas e improvisé un set de televisión en casa, con iluminación, con cámaras, lo más profesional posible”, señaló.
Considera que tanto él como el resto de la población han de tener “una responsabilidad social” y no estar en la calle para evitar la propagación del virus.
“Claro que es una responsabilidad social, porque hemos visto que el COVID-19 en muchas personas se ha presentado de una forma asintomática, sin fiebre, y (las personas) son propagadoras del virus”, dijo al tiempo que recordaba que los funcionarios de salud le indicaron que no podían realizarle la prueba del coronavirus si no tenía síntomas como tos seca, fiebre o fuertes dolores en el pecho.
También lea Ciudad de México cerrará locales comerciales para combatir coronavirusEn cuanto terminó su “cuarentena preventiva” salió a la calle para comprar algunos productos en el supermercado y, a partir de ahora, saldrá a la calle para seguir informando del avance del coronavirus en Florida.
Cuarentena obligatoria
Iván Medina, un barcelonés residente en Madrid, está practicando la cuarentena después de que el presidente español, Pedro Sánchez, ordenara el estado de alarma por la crisis del coronavirus y obligara a toda la población, salvo algunas excepciones, a permanecer encerrada en casa.
La capital española encabeza la lista de ciudades con más casos. Los últimos datos recogidos por el Ministerio de Salud de España revelan que se dieron 9.702 casos positivos y 1.021 muertos en Madrid.
“Es muy surrealista, es como vivir en primera persona una película. Ha sido todo muy de golpe”, comenta al tiempo que admite que “cuando ves que eso pasa en China piensas que eso queda muy lejos, pero cuando te toca es cuando se despiertan todas las alarmas”.
“Por desgracia, supongo que llegará a todo el mundo”, se resigna a través de un mensaje de voz enviado por Whatsapp.
También lea Aumentan a 77 los casos confirmados de coronavirus en Venezuela, anuncian medidas económicasCree que esta situación “tan compleja” le ha obligado a “tomar las medidas adecuadas” en su casa para evitar la infección.
“Cuando me enteré del estado de alarma, estaba fuera. Tenía dos opciones: o volver a Barcelona con mi madre o irme a mi apartamento de Madrid”, recuerda. Por una cuestión, hubiera preferido volver a Catalunya para estar cerca de la familia, pero “ante la posibilidad de estar infectado sin saberlo”, prefirió aislarse en la capital española.
“Estoy en un apartamento compartido con otra persona, que tiene que salir cada día a trabajar tomando todas las precauciones”, relata.
Ahora no puede salir a la calle y si lo hace tiene que ser por una causa justificada: ir al supermercado, a pasear a un perro o por una emergencia. Si no, se enfrenta a multas o, incluso, la cárcel.
Confía en que el estado de alarma termine pronto, aunque el mandatario español avisó que habrá una prórroga de esta situación hasta, por lo menos, el 12 abril.
Unas medidas que algunos estados de EE.UU. ya están empezando a adoptar, como Nueva York o California. Las autoridades dicen que es la mejor manera de hacer frente a esta crisis sanitaria, a pesar de las graves consecuencias económicas.