Diario iraní: "Bruni debe morir"

Un periódico iraní dijo que la esposa del presidente de Francia, Carla Bruni, merece morir por expresar solidaridad con una mujer condenada a ser lapidada por adulterio.

El diario Kayhan calificó a Bruni de "prostituta", cuyo estilo de vida la hace merecedora de un destino similar al de la iraní que fue condenada a morir apedreada.

Bruni fue parte del grupo de franceses que publicó cartas abiertas a Sakineh Mohammadi Ashtiani, cuyo caso generó criticas internacionales y puso al descubierto que la lapidación se usa como pena capital en Irán.

"¿Derramar su sangre, privar a sus hijos de una madre? ¿Por qué? ¿Porque has vivido, porque has amado, porque eres una mujer, una iraní? Cada parte de mi se rehusa a aceptar esto", dijo Bruni.

El director del Kayhan divulgó la carta de Bruni bajo el titular de "Prostitutas francesas entran en la gresca de los derechos humanos".

Nuevamente el rotativo iraní volvió a comentar sobre el asunto, criticando "las relaciones ilícitas con varias personas" de Bruni y culpándola de haber causado el divorcio de Sarkozy.

"Si se estudia el pasado de Carla Bruni se ve la razón por la que esta mujer inmoral respalda a una mujer iraní que ha sido condenada a muerte por cometer adulterio y ser cómplice del asesinato de su marido y, de hecho, ella misma merece morir", dijo Kayhan.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, pidió que los medios usen un lenguaje más moderado.

"Insultar a las autoridades de otros países y usar palabras inapropiadas es algo que no acepta la República Islámica de Irán", dijo Mehmanparast.

Ashtiani, madre de dos niños, recibió 99 latigazos por haber mantenido una relación ilícita con dos hombres, sin embargo, su la pidación fue suspendida por falta de revisión judicial.

El asesinato, el adulterio, la violación, el robo a mano armada, la apostasía y el narcotráfico son delitos castigados con la muerte por la ley islámica, o sharia, que está en vigor desde la Revolución Islámica de 1979.

Irán es el segundo país del mundo, después de China, en el número de ejecuciones que lleva a cabo, según Amnistía Internacional.