Los días soleados y el clima cálido están demostrando ser tan difíciles de manejar como los restaurantes, peluquerías y otros negocios, cuando aproximadamente la mitad de los estados de EE.UU. reabrieron parcialmente sus economías después del encierro por del coronavirus.
El sábado, miles de personas se reunieron en la Alameda Nacional (National Mall) en Washington para ver al escuadrón aéreo de la Marina de EE.UU. sobrevolar la ciudad en un homenaje a los trabajadores de la salud y otros que luchan contra la pandemia.
En la ciudad de Nueva York, el clima más cálido de la primavera llevó los excursionistas y amantes del sol a congregarse en espacios verdes en Manhattan, incluidas multitudes en el muelle de Christopher Street en Greenwich Village, según las fotos en las redes sociales.
La semana pasada, California ordenó el cierre de playas en el Condado de Orange, luego de que decenas de residentes desafiaran las pautas de salud pública para abarrotar la popular costa. Eso provocó protestas de manifestantes que acusaron al gobernador demócrata del estado de extralimitación.
La Dra. Deborah Birx, coordinadora de respuesta para el grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca, dijo en "Fox News Sunday" que la concentración en las playas no era segura a menos que la gente se mantuviera al menos a 6 pies de distancia. También se opuso a permitir que negocios como salones de belleza y spas se reabrieran en la primera fase.
"Hemos dejado en claro que esa no es una buena actividad de la fase uno", dijo, cuando el número de casos en EE.UU. superó los 1,100 millones y el número de muertos aumentó a más de 66,000 el domingo.
Los manifestantes reunidos, como sucedió la semana pasada en Michigan y otras partes del país para protestar contra las restricciones de quedarse en casa, plantean un gran riesgo, dijo Birx.
"Si van a casa e infectan a su abuela o su abuelo que tiene una condición comórbida y tienen un resultado grave o muy desafortunado, se sentirán culpables por el resto de nuestras vidas", indicó la experta.
Después de semanas de autoaislamiento y restricciones, los estadounidenses están ansiosos por volver a algún tipo de vida normal, incluidos los deportes.
La National Football League (Liga Nacional de Fútbol Americano) dijo que anunciará su calendario para la próxima temporada esta semana, incluido su juego inaugural el 10 de septiembre y el Super Bowl, que se jugará en Tampa, Florida, el 7 de febrero.
"Estamos planeando jugar la temporada 2020 de la NFL según lo programado", dijo el portavoz de la liga, Brian McCarthy, en un correo electrónico, señalando que se ajustarán a las regulaciones gubernamentales.
Al otro lado del espectro está el alcalde de Boston, Marty Walsh, en Massachusetts, que no ha comenzado a reabrir y está viendo que los casos de coronavirus siguen aumentando. Massachusetts también ha emitido una orden estatal que ordena a las personas usar máscaras en público.
Walsh dijo que las manifestaciones contra los esfuerzos de mitigación del coronavirus estaban causando confusión y dificultando su trabajo.
"No lo entiendo. Eso hace que los mensajes sean realmente confusos ... Es un mensaje equivocado, porque todavía estamos en los primeros días del coronavirus. Incluso si eres un estado que está viendo que los números bajan", dijo Walsh.
"Si no somos inteligentes sobre la forma en que hacemos las cosas, esos números podrían cambiar y volver a subir".
A medida que Texas se convierte en uno de los principales estados que impulsan la reapertura de sus negocios, el alcalde de Dallas, Eric Johnson, dijo que la gente parece estar obedeciendo las nuevas reglas".
La gente no se ha apresurado a regresar a estos restaurantes y no se ha apresurado a regresar a las áreas de la economía que el gobernador reabrió el viernes", dijo a CNN. "Lo que estamos viendo es que las personas lo están haciendo cautelosamente".