La historia de Brasil tiene en la economista Dilma Vana Rousseff, de 62 años, a su primera presidenta desde el 1º de enero de 2011.
La economista “mineira” -debido a su origen de nacimiento, en la ciudad de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais- y abuela recién estrenada, logró superar los cuestionamientos de nunca haber competido por un cargo electivo.
Rousseff acompañó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su mentor y quien la propuso como candidata. Fue ministra de Minas y Energía entre 2003 y 2005, y ministra-jefe de la Casa Civil, el cargo que corresponde a jefe de gabinete, para el que fue nombrada en 2005 y mantuvo hasta ser nombrada candidata a la presidencia del Partido de los Trabajadores a comienzos de 2010.
En abril de 2009 anunció que padecía un cáncer linfático, y que el tumor había sido removido. Fue sometida a quimioterapia y se recuperó plenamente. A pesar de que no dejó de trabajar durante su convalecencia, recuperó toda su capacidad de trabajo a tiempo para regresar a la carrera por la presidencia.
Dilma Rousseff participó en los movimientos de resistencia a la dictadura que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y fue prisionera política en Sao Paulo entre los años 1970 y 1973 y fue torturada en prisión.
Dilma Rousseff nació el 14 de diciembre de 1947, y es hija del abogado y empresario inmigrante búlgaro, Pedro Rousseff y de Dilma Koimbra Silva. La presidenta electa de Brasil está divorciada, se casó en dos oportunidades, tiene una hija, Paula Rousseff y un nieto.