El defensor del suicidio asistido Jack Kevorkian, a quien muchos llamaban "Doctor Muerte”, falleció a los 83 años de edad.
Kevorkian, un médico patólogo jubilado que ayudó a suicidarse a unas 130 pacientes, entre 1990 y 1999, con enfermedades terminales, y cuya campaña por el derecho al suicidio no solo abrió un intenso debate sobre el tema, sino que lo llevó a la cárcel acusado de asesinato, murió en un hospital de Detroit, Michigan, tras una breve enfermedad.
Medios de prensa estadounidenses indican que la causa de su muerte no ha sido determinada, pero el abogado de Kevorkian, Mayer Morganroth, es citado diciendo que el llamado “Doctor Muerte” falleció a las 2:30 de la madrugada en el hospital donde estaba internado desde mayo de 2011, acuciado por una neumonía y problemas renales.
Kevorkian obligó a Estados Unidos a confrontar los problemas éticos en torno a cuál es la mejor forma de tratar el dolor y el sufrimiento de los enfermos terminales, cuando en 1990 salieron a la luz su máquina de suicidio Thanatron (máquina de muerte) y los vídeos de sus pacientes rogándole que les ayudara a morir.
"No me arrepiento de nada en absoluto", dijo Kevorkian a CNN en una entrevista en 2010. "Mi objetivo final es hacer que la eutanasia sea una experiencia positiva", argumentó a The New York Times en 1990.
Kevorkian fue liberado de prisión en junio de 2007, tras servir 8 años de una sentencia de 10 a 25 años por asesinato en segundo grado. Según sus abogados él padecía de hepatitis C, diabetes y otros problemas y se había comprometido a no asistir en otros suicidios si era liberado.
La campaña de Kevorkian para legalizar el suicidio médicamente asistido tuvo un éxito limitado.
Mientras su Michigan natal rechazó una propuesta de ley poco antes de ir a juicio, el Estado de Oregón aprobó la Ley de muerte digna en 1997 y el Estado de Washington hizo lo mismo en 2008.