Un proyecto para restaurar el domo del Capitolio, la sede del Congreso estadounidense, tomará dos años y $59 millones de dólares de inversión.
Si después de la crisis provocada por el cierre parcial y el límite de la deuda concluyó que el Capitolio no funciona, puede haber estado en lo correcto. Pero el edificio, al menos, tiene arreglo.
Arquitectos del Congreso anunciaron la renovación del característico domo que irónicamente simboliza la unidad de los Estados Unidos, en un proyecto que tomará dos años y que está valorado en $59 millones de dólares.
La estructura ha sido dañada a través de los años y ahora el agua se filtra por hoyos y rajaduras, mientras el óxido de sus vigas mancha y corroe los elementos decorativos de su exterior.
El capitolio fue construido por esclavos hace 150 años a un costo de un millón de dólares y estaba en construcción cuando Abraham Lincoln fue juramentado como presidente en 1861. Los trabajos terminaron el 2 de diciembre de 1863.
La última renovación de importancia se realizó en 1960, cuando se quitó la capa de pintura para reparar la estructura de hierro y cubrirla con pintura antioxidante.
Esta vez, el domo será cubierto con andamiajes desde su parte más alta, donde yace la estatua de la libertad, hasta la “falda” que cubre el anillo inferior.
El obelisco del Monumento a Washington, en el centro de la alameda nacional, también está cubierto por andamiajes mientras es reparado, luego de descubrirse rajaduras tras un inusual temblor hace dos años.
Arquitectos del Congreso anunciaron la renovación del característico domo que irónicamente simboliza la unidad de los Estados Unidos, en un proyecto que tomará dos años y que está valorado en $59 millones de dólares.
La estructura ha sido dañada a través de los años y ahora el agua se filtra por hoyos y rajaduras, mientras el óxido de sus vigas mancha y corroe los elementos decorativos de su exterior.
El capitolio fue construido por esclavos hace 150 años a un costo de un millón de dólares y estaba en construcción cuando Abraham Lincoln fue juramentado como presidente en 1861. Los trabajos terminaron el 2 de diciembre de 1863.
La última renovación de importancia se realizó en 1960, cuando se quitó la capa de pintura para reparar la estructura de hierro y cubrirla con pintura antioxidante.
Esta vez, el domo será cubierto con andamiajes desde su parte más alta, donde yace la estatua de la libertad, hasta la “falda” que cubre el anillo inferior.
El obelisco del Monumento a Washington, en el centro de la alameda nacional, también está cubierto por andamiajes mientras es reparado, luego de descubrirse rajaduras tras un inusual temblor hace dos años.