Según un medio de televisión estatal, dos suicidas usaron vehículos llenos de explosivos para atacar edificios de seguridad estatal este viernes 23 de diciembre.
Testigos dicen que escucharon disparos de arma de fuego después de las explosiones, que ocurrieron en el barrio Kfar Suseh en la capital, Damasco.
Autoridades sirias dicen que militantes de la red al-Qaeda pueden ser responsables por los ataques.
El gobierno sirio ha defendido su la represión contra los manifestantes que buscan la dimisión del presidente Bashar al-Assad indicando que está luchando contra “terroristas armados”.
El ataque de este viernes es el primero de esta clase desde que comenzó el levantamiento antigubernamental en marzo.
Los ataques ocurren cuando grupos de oposición se preparaban para realizar masivas protestas contra la misión de observadores de la Liga Árabe que comenzó a llegar al país el jueves, con el objetivo de verificar si al-Assad cumple con su promesa de detener los ataques a manifestantes opositores.
Los manifestantes dicen que el gobierno está usando a la misión de observadores como una táctica dilatoria para impedir una nueva ronda de sanciones internacionales.