José Romero y Marciano Martínez Jiménez, de origen mexicano, se encuentran entre las víctimas mortales de la más recientes masacres en California. Ellos eran empleados de dos de las granjas en Half Moon Bay el sur de San Francisco, Mountain Mushroom Farm y Concord Farms, donde el sospechoso Chunli Zhao de 67 años, ya en poder de las autoridades, comenzó a disparar y mató a siete personas.
“Somos del mismo lugar de origen de nosotros, somos de Santiago Apóstol, Ocotlán, Oaxaca, somos del estado de Oaxaca pero como ahorita pasó esta tragedia nunca pensamos que iba a pasar esto con nuestro paisano de nosotros. Pues toda la gente aquí lo conoce, un buen muchacho, nunca se mete con nadie es muy respetuoso con todos”, comenta Antonio Pérez quién conocía a Marciano Martínez.
Otro agricultor mexicano, Pedro Romero y hermano de José, también fue baleado y se encuentra en el hospital. La masacre está siendo investigada como un crimen de violencia laboral, algo inusual entre los agricultores, dice este trabajador.
“No de balaceras no, peleas entre la gente de ahí de los trabajadores del rancho sí, con cuchillo, una sola vez, eso es lo que haya pasado nada más, pero balazos no. Eso nunca había habido”, dice el agricultor Carlos Aguilar.
Este fue el segundo tiroteo masivo en tan solo 4 días en California y que de nueva cuenta sacude a la nación. El sábado 21 de enero en Monterey Park, un hombre de 72 años, Huh Can, disparó y mató a 11 personas en un salón de baile durante las celebraciones del año nuevo lunar. El agresor se suicidó al día siguiente al verse descubierto por la policía. En total 18 personas murieron y 10 más se recuperan de las heridas. Ángela González, Voz de América.