Drama que causó pánico en EE.UU.

Cientos de personas creyeron que los marcianos habían aterrizado en Nueva Jersey cuando escucharon en la radio a Orson Welles y otros actores reinterpretar un cuento clásico.

Halloween, octubre 31, es tiempo de disfraces y cuentos tenebrosos. Quizá una de las historias más miedosas fue la que se contó la noche de 1938, cuando un programa de radio generó miedo a lo largo de la costa este de Estados Unidos.

“Algo está pasando”, gritó un “periodista” desde la misteriosa escena de una supuesta colisión entre un objeto con la Tierra, en un pequeño pueblo de Grover’s Mill en Nueva Jersey, según se le dijo a la audiencia.

“Damas y caballeros”, dice el observador a los oyentes, “esta es la cosa más horrible que yo he… es indescriptible. Me cuesta trabajo seguir mirando. La saliva gotea de sus labios sin montura. Ahora está creciendo y la gente se vuelve a caer”, continúa la narración.

Así, sucesivamente, fue evidente que no se trataba de un meteorito, sino de una nave espacial extraterrestre.

Actores muy calificados del Teatro Mercurio, incluyendo el gran actor, director y guionista Orson Welles, representaron la clásica historia de H.G. Wells, “La guerra de los mundos”, que había sido escrita cuatro décadas antes en 1899.

Muchas personas que escuchaban la emisión radial realmente creyeron que los marcianos invadían Nueva Jersey. Muchos se escondieron en los sótanos y prepararon sus vehículos para huir.

Esto me puso a pensar. ¿Podría esto suceder hoy? En la radio, poco probable por supuesto, ya que hoy la audiencia en este medio es poca y fragmentada. Además, el género del drama es cada vez más escaso en radio.

Pero supongamos que un productor de televisión o de internet lo hace, reúne actores convincentes y crea video creíble de escenas del tipo de Orson Welles y su compañía del Teatro Mercurio, que dejan a la audiencia sin aliento. ¿Podría el efecto repetirse?

Hoy, probablemente se reirían de la idea de que los marcianos están en camino. ¿Pero y si los invasores son terroristas despiadados y, tal como en 1938, miles de personas sintonizan un poco tarde al programa y se pierden el anuncio de que esto es una representación?

Probablemente nada pasaría. Ahora somos más escépticos. Hemos visto tantos “avances” de películas de acción que se daría por sentado que se trata de eso, otra campaña de mercado de Hollywood.

Rápidamente cambiaríamos de canal, o de portal, a una fuente de noticias de confianza y descubriríamos que nadie se molesta por seguir el desarrollo de esa catástrofe.

Además, el terrorismo es una amenaza real en nuestro mundo, por lo que los productores de televisión y de la web nunca se atreverían a utilizarlo para jugar con nuestros nervios. ¿Cierto?