NIDA: “Las drogas no se deben mezclar con un cerebro joven”

Investigadores investigan el impacto histórico entre percepción de riesgo y consumo al encontrar evidencia de que la legalización de la marihuana no ha hecho que aumente el uso entre los más jóvenes.

En la Semana Nacional sobre el Abuso de Drogas y Alcohol, especialistas alertan sobre los peligros reales entre los jóvenes.

La mala información y la tendencia actual de que los jóvenes se creen inmortales y que nada les va pasar es para los expertos una “mezcla bastante tóxica”.

Para contrarrestar esta tendencia, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) celebra del 23 al 29 de enero la Semana Nacional sobre el Abuso de Drogas y Alcohol. El objetivo es crear conciencia entre la población más vulnerable, como son los jóvenes, sobre los mitos que existen al respecto y los efectos reales de las drogas legales e ilegales.

“Es importante explicar de dónde viene esta tendencia a tomar riesgos, de dónde viene la vulnerabilidad y por qué las drogas no se deben mezclar con un cerebro joven”, afirmó a la Voz de América, el portavoz de NIDA, el doctor Rubén Baler.

El experto explica que el cerebro de los jóvenes entre los 11 hasta los 23 años están en un proceso de desarrollo muy activo. Sus neuronas se conectan constantemente entre sí en función de las experiencias positivas o negativas que tenga el individuo.

“Ya sea jugar fútbol, involucrarse en actividades criminales, comer pizza, ir al cine, estudiar, aprender un instrumento, usar droga, todo entra a ese programa de conexión neuronal, es por eso que las consecuencias son a largo plazo. Una vez que esas conexiones se establecen entre neuronas es muy difícil deshacerlas después. Las drogas tienen la capacidad de perturbar ese proceso de desarrollo y es por eso que nosotros decimos que las drogas y los cerebros jóvenes no deben nunca mezclarse”, señaló el doctor Rubén Baler.

Noticias alentadoras

Si bien el doctor Baler señala que las últimas cifras con respecto al consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes en Estados Unidos son muy alentadoras, todavía queda mucho trabajo por hacer en cuanto al consumo de la marihuana.

Según la encuesta de Monitoreo del Futuro, que se realiza desde 1975, en 2016 se ha producido una baja significativa en el consumo de casi todas las drogas legales e ilegales entre los jóvenes en edad escolar.

Para tener una idea, el consumo entre varones de octavo grado de cualquier droga ilícita en 2016 fue de 11% y en el grado 12 de 39%, lo que representa una baja de 2,2 % en comparación con el año anterior.

La encuesta se realizó entre 45 mil jóvenes de escuelas públicas y privadas.

Pero, lo que sí se mantuvo estable es el porcentaje de jóvenes en grado 12 que consumen marihuana.

“Lo importante es que la información está llegando a la población que debe llegar y los jóvenes están absorbiendo el mensaje de que el uso de drogas tanto legales como ilegales no es una buena idea. El secreto es diseminar la información más científica que tenemos, la evidencia y los datos reales que manejamos hoy en día”, asegura el doctor Rubén Baler.

“Legalizar la marihuana no ha aumentado el consumo”

Según NIDA, contrariamente a la hipótesis que manejaban, no se ha visto “todavía” un aumento en el consumo en los estados donde se ha legalizado la marihuana ya sea para uso recreativo o medicinal.

“Nos ha sorprendido que no existen diferencias significativas en el consumo en estados con o sin leyes. Pensábamos que al bajar la percepción de riesgo por ende se elevaría el consumo, pero no ha sucedido así. Si bien es cierto que en los estados que permiten la marihuana medicinal y recreativa hay una mayor prevalencia de consumo entre jóvenes que en los estados donde no tienen estas leyes, estas diferencias ya existían desde antes”, asegura el experto.

A la pregunta sobre qué es más dañino si el consumo de alcohol o drogas, el doctor Baler explicó que no se puede saber por qué “diferentes personas tienen diferentes relaciones con las drogas y el alcohol”.

“Nuestro mensaje fundamental es que los jóvenes deben dejar que transcurra el proceso de desarrollo de sus neuronas libre de cualquier tipo de drogas. Aquí no estamos para decir qué droga es más peligrosa. Se puede responder a nivel epidemiológico, pero a nivel individual es imposible predecir”, finalizó el portavoz de NIDA.