Dallas: Piden compasión al terminar cuarentenas

Un joven mira por la ventada del apartamento en que vivió Thomas Eric Duncan. Ya pasaron los 21 días de cuarentena sin nuevos casos de ébola.

Ni la novia ni los familiares de Thomas Duncan fueron infectados con ébola. 43 de los 48 trabajadores que lo atendieron también han finalizado la cuarentena sin haber sido infectados.

El juez de Dallas, Clay Jenkins, pidió compasión a la comunidad para las personas que han terminado su período de cuarentena por el ébola asegurando que no se debe temer que sean portadoras del virus.

La novia, la familia y amigos de Tomas Eric Duncan, la primera víctima de ébola en Estados Unidos, y 43 de los 48 trabajadores de la salud del hospital Presbiteriano de Dallas que lo atendieron han terminado su período de 21 días de observación sin que se les haya manifestado presencia del virus.

Otras 120 continuarán en el período de 21 días de observación.

"Los niños que estuvieron expuestos al ébola están regresando a la escuela", ejemplificó el juez Jenkins. "Sus madres han expresado temor de cómo serán recibidos, tratados y si serán vistos como un riesgo de transmitir la enfermedad", agregó.

"El riesgo es cero", aseguró.

Mark Winfield, pastor auxiliar de la iglesia donde se congrega la novia de Duncan, Louise Troh, de 54 años, dijo que podían respirar tranquilos porque el período de cuarentena había pasado para Troh, que estuvo aislada por orden de las autoridades durante tres semanas.

Los síntomas del ébola se manifiestan dentro de los siguientes 21 días después de verse expuesto al virus, que es cuando síntomas como fiebre, dolor de garganta y músculos, seguidos de vómitos, diarrea y sangramiento pueden presentarse.

La noticia confirma las advertencias de las autoridades, que han explicado que la transmisión del ébola es relativamente difícil cuando no hay contacto directo con los fluidos corporales de las víctimas.

De igual manera, la trabajadora que manipuló muestras tomadas a Duncan y que se encontraba en un crucero por el Caribe, regresó el domingo a Galveston, Texas, sin que se le haya manifestado la enfermedad.

La laboratorista permaneció aislada en su camarote en la última etapa de su viaje, luego de que México y Belice negaron permiso para que atracara el barco en sus puertos y la trabajadora fuera evacuada por vía aérea hacia Estados Unidos.

Duncan murió el 8 de octubre.