Sierra Leona en cuarentena total por el ébola

Una trabajadora de la Organización Mundial de Salud entrena enfermeras en el uso de equipo protector contra el ébola.

Los seis millones de residentes de este país africano han recibido la orden de quedarse en sus casas durante el viernes, sábado y domingo.

Sierra Leona comenzó una controversial cuarentena de tres días en un esfuerzo por contener la rápida expansión del virus del ébola.

Los seis millones de residentes de este país africano han recibido la orden de quedarse en sus casas durante el viernes, sábado y domingo, mientras cuadrillas de voluntarios van casa por casa, buscando casos de ébola no reportados e instruyendo a la gente a cómo evitar la mortal enfermedad.

Expertos en salud han criticado la cuarentena, argumentando que las medidas coercitivas podrian llevar a la gente a esconderse y podría ser sumamente difícil de implementar.

Mucha gente pasó los días recientes comprando provisiones antes de encerrarse en sus casas.

Mahawa Allieu, una residente de Freetown dijo que "es mejor estar en casa durante tres días, aún 21 días, que perder a miles de personas en un solo día”.

Aproximadamente 2.600 personas han muerto por el brote de ébola, principalmente en Guinea, Liberia y Sierra Leona.

Durante una reunión de emergencia el jueves, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente una resolución que pide a las naciones miembros que aumenten los recursos para enfrentar la crisis.

“No podemos permitirnos retrasos. El castigo por la inacción es alto. Tenemos que adelantarnos al brote y enfrentarlo con toda nuestra energía y fuerza. Cuento con el apoyo del Consejo de Seguridad y el de la Asamblea General y todos los estados miembros para cumplir con esta prueba”, dijo Ban.

Líderes mundiales y organizaciones, incluyendo las Naciones Unidas, han expresado preocupación sobre la seguridad en el oeste de África a medida que el virus se disemina.

Adicionalmente, autoridades en Guinea dicen que un equipo de educación sobre el ébola y periodistas fueron asesinados a sangre fría por aldeanos en el pueblo de Wome, en el sureste del país, después de haber desaparecido hace dos días.