Más de 1.900 personas han muerto en el peor brote de ébola en África Occidental, informó la jefa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el miércoles, marcando una aceleración importante en las muertes de poco más de 1.500 la semana pasada.
Margaret Chan dijo que 3.500 casos confirmados o probables de ébola han sido reportados en Guinea, Sierra Leona y Liberia a partir de esta semana.
La cifra de muertos por este brote es ahora mayor que en todas las epidemias anteriores desde que la enfermedad se detectó por primera vez en 1976.
Además, Naciones Unidas informó que se requieren unos $600 millones de dólares para poder enfrentar la epidemia en África.
La semana pasada, el estimado de la ONU llegaba a los $490 millones de dólares.
Por otra parte, se informó que el tercer estadounidense enfermo de ébola es un médico del área de Boston que decidió regresar a Liberia después que otros dos médicos contrajeron el mortal virus, afirmó el miércoles el presidente de su grupo misionero.
El doctor Rick Sacra regresó a esa nación africana hace un mes y estaba a cargo de asistir partos en el hospital del grupo en Liberia, y no del cuidado de pacientes con ébola, precisó el presidente de SIM, Bruce Johnson, en una conferencia de prensa.
El grupo no sabe si Sacra, que está aislado, regresará a Estados Unidos para tratarse, dijo Johnson.
El doctor Kent Brantly, el primer paciente de ébola que llegó a Emory para recibir tratamiento, dijo que conoce bien a Sacra y que ha orado por él y su familia.
Brantly trabajó para Samaritan's Purse, un grupo misionero asociado con SIM en Liberia. Ambos tienen su sede en Carolina del Norte.
Nancy Writebol, la segunda estadounidense enferma, cree que una droga experimental, el cuidado médico y su fe la salvaron.
“Fueron días muy, muy oscuros”, dijo en conferencia de prensa, agregando que no sabía si sobreviviría porque “no tenía idea de lo que fuera a suceder”.