En la madrugada del domingo 15 de mayo tendrá lugar un eclipse total de Luna que podrá observarse, en su totalidad durante 84 minutos, en todo el continente americano.
Para ello, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) ha preparado un despliegue a través de sus plataformas digitales a fin de que todo el mundo pueda contemplar este fenómeno que ocurre en contadas ocasiones.
“Es un suceso que no ocurre habitualmente y que rara vez es observable desde toda América, así que será una ventaja si las condiciones meteorológicas lo permiten”, explicó Fernando Carcaboso, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, durante una entrevista con la Voz de América.
¿Por qué se verá la Luna de color rojo?
Se dice que es un eclipse total de Luna cuando el satélite cambia de color y se vuelve de un tono rojizo, un fenómeno que se conoce coloquialmente como “Luna de sangre”, tras el alineamiento del Sol y la Tierra.
“Lo que tenemos es que los tres astros principales que más nos conciernen, el Sol, la Tierra y la Luna, se alinean. Entonces, los rayos directos del Sol no inciden en la Luna”, dijo Carcaboso, licenciado en la Universidad de Alcalá de Madrid (España) y que lleva ocho meses trabajando en un proyecto de la NASA.
Ese tono rojo de la Luna es el mismo que suele verse habitualmente en los amaneceres y atardeceres en la Tierra y el domingo se reflejará en ese eclipse.
“Digamos que tenemos dos conos de sombra en la parte posterior de la Tierra mirando desde el Sol. Uno de ellos se le conoce como penumbra, con menos intensidad de luz, porque la luz del Sol atraviesa capas de la atmósfera es absorbida por ellas y se ve de color blanco, porque es la mezcla de todos los colores. Después está la umbra, que es un cono más chiquitito y acaba en punta convergente, que solo permite el paso de los colores más rojos con una longitud de onda mucho mayor”, comentó el joven científico de 30 años.
¿Desde dónde se verá el eclipse lunar?
Este eclipse podrá verse desde todo el continente americano, es decir, desde Canadá hasta el extremo sur de Argentina. Los que viven en el oeste de Europa, en la Península Ibérica, en África o las Islas Canarias también podrán contemplar este fenómeno.
Más de 50 años de la llegada del hombre a la Luna
Hace más de medio siglo, el 20 de julio de 1969, el comandante Neil Armstrong y el piloto Edwin F. Aldrin se convirtieron en los primeros seres humanos de la historia en pisar la Luna en la misión del Apolo 11.
Ahora la NASA está trabajando en un nuevo hito para volver a mandar a astronautas a la Luna a través de la misión de Artemis, “el proyecto más ambicioso después del Apolo”.
“Artemis va un paso más allá porque es un proyecto que no solo involucra a Estados Unidos, sino que es una agrupación de varios países, empresas privadas y otras agencias espaciales, como puede ser la Agencia Espacial Europea, que pretende no solo asentar una base y hacer estudios, sino también servir como futuro apoyo a misiones a Marte y como impulso económico para la posible explotación minera futura de la Luna”, dijo Carcaboso.
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Un orbitador de última generación para analizar la Luna
Durante estos 50 años se ha podido avanzar en la investigación de la Luna. De hecho, hay un Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) que en los últimos 13 años ha estado proporcionando datos científicos de nuestro satélite para luego poder hacer estudios de composición y otros elementos.
“El orbitador tiene una cámara de muy alta resolución que nos permite hacer estudios de composición de la corteza lunar y nos ha permitido estudiar la presencia de hidrógeno y otros compuestos que nos sirven para entender cómo funciona, cómo se formó la Luna y el sistema solar. Incluso haciéndolo in situ es muy complicado porque tienes un área muy pequeña y con el orbitador se puede recorrer toda la Luna”, decía.
Gracias al LRO, ahora los científicos también están alistándose para poder regresar a la Luna con todas las garantías de seguridad en la misión Artemis.
“La NASA va pasito a pasito y si algo de lo que no están seguros no lo dan. Fíjate que hace más de 50 años los primeros astronautas que fueron a la Luna luego estuvieron encerrados en una base por los posibles microbios lunares que pudiera haber. Aunque hay que tener cautela, eso no va a pasar y ahora vamos con mucha más seguridad gracias a la tecnología”, indicó.
Los problemas del LRO cuando hay un eclipse
Ese Orbitador de Reconocimiento Lunar con el que cuenta ahora la NASA trabaja principalmente con energía solar porque se alimenta de los rayos del Sol a través de paneles solares.
Cuando se produce un eclipse de estas características, admite el científico, “hay un problema”, ya que durante un tiempo la máquina no puede obtener energía. Sin embargo, eso es algo que ya se tiene en cuenta y desde la agencia federal aseguran que están preparados para que pueda operar con normalidad.
“Lo que hace es almacenar más energía, apagar ciertos instrumentos y utilizar esa energía”, aseguró.
Otro de los retos para tener en cuenta con este orbitador cuando se produce un eclipse lunar es que en el espacio la temperatura es muy baja y se requiere que los instrumentos estén a cierta temperatura para que puedan trabajar regularmente.
“Mantener los instrumentos a cierta temperatura requiere energía y esta energía va a salir de las baterías que van a estar almacenando la energía hasta el domingo, y luego encenderán paulatinamente los instrumentos”, aclaró.
Otras lunas en otras galaxias
La luna que se conoce en la Tierra no es la única que existe en la galaxia. Se sabe que otros sistemas solares tienen otras lunas y que dentro de nuestro sistema “casi todos los planetas tienen, aunque sea pequeña, una luna”.
“Júpiter tiene un montón, Saturno también tiene. Los gigantes gaseosos tienen cuerpos rocosos orbitando alrededor y Marte también tiene dos bien conocidos”.
Para Carcaboso, que actualmente está inmerso en la investigación de las misiones lunares en la NASA, confiesa que una de las cosas que más le ha sorprendido es que “la Luna tuvo una actividad volcánica muy intensa” y que sus efectos aún se pueden observar desde la Tierra.
“A pesar de que luego se enfrió, la Tierra todavía conserva parte de la energía inicial del sistema solar. A mí lo que más me interesa es ver los impactos lunares que puedes ver con tu propio telescopio en la Luna, sin casi necesidad de irte muy lejos y ver cráteres que pasaron hace millones de años, hace miles o hace poco. Es una gran oportunidad”, dijo a la VOA.
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