Quienes piensen que la energía solar no provoca ningún daño al medio ambiente que visite el lago seco IvanPah en el desierto de Mojave, Nevada.
Allí, autoridades federales encargadas de la fauna han cuestionado la planta BrightSource de energía solar, en tanto no se investigue la cantidad de aves que mueren incineradas en el aire cuando atraviesan el lugar.
Dichas instalaciones cuentan con unos 300.000 espejos, cada uno del tamaño de la puerta de una cochera, que reflejan los rayos solares hacia tres calderas de 40 pisos de altura donde el agua dentro se convierte en vapor con el calor, y a su vez, generan suficiente energía para servir a 140.000 hogares.
Los rayos de sol reflejados por el campo de espejos son lo suficientemente brillantes como para deslumbrar a los pilotos que vuelan desde y hacia Las Vegas y Los Ángeles.
También son lo suficientemente fuertes como para literalmente hacer humo los pájaros que lo atraviesan, que prenden en llamas en pleno vuelo.
De acuerdo a los estimados, unos 28.000 pájaros mueren de esta manera al año, pero según BrightSource solo son como mil.
La planta está entre el río Colorado y el lago más grande de California, el mar Salton, donde se han registrado águilas doradas, halcones peregrinos y más de 100 especies de pájaros.
La denuncia ha hecho que las autoridades reconsideren la aprobación de un nuevo campo y una nueva torre de 75 pisos de altura que se piensa construir y que seguramente sería aún más dañina.
Por su parte, BrightSource ha ofrecido $1,8 millones de dólares a programas para neutralizar a los gatos, que según otro estudio, matan unos 1.400 millones de pájaros al año.