El crecimiento de la economía de China ha caído al ritmo más lento en dos años y medio en el último trimestre de 2011, mientras el gobierno de Beijing lucha contra una alta inflación crónica, la demanda por exportaciones se debilita y el mercado inmobiliario se tambalea.
La sumatoria de elementos parecen indicar que China podría enfrentar una desaceleración aún mayor en los próximos meses.
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El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre se redujo a 8,9%, el ritmo más lento desde el segundo trimestre de 2009.
De todas formas, el ritmo de crecimiento aún es superior a lo que esperaban muchos analistas, lo que sugiere que la segunda mayor economía del mundo está enfrentando una desaceleración progresiva.
En todo el 2011 la economía de China creció aun 9,2%, por debajo del crecimiento de 10,4% de 2010.
Pese a la caída del ritmo de crecimiento, muchos expertos destacan la resistencia que ha mostrado la economía de China ante la desaceleración mundial.
El presidente de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, Ma Jiantang, dice que la caída en el ritmo de crecimiento se ecuentra en línea con los planes del gobierno de enríar la economía. Sin embargo, alertó que el ritmo de crecimiento podría reducirse aún más, mientras el gobierno de Beijing se prepara para “situaciones inesperadas” en 2012.
“Todas las circunstancias, incluyendo el ambiente nacional e internacional muestran un incremento en las incertidumbres en las operaciones económicas de China en 2012” advirtió.
Muchos analistas pronostican que la economía de China continuará reduciendo su ritmo en el primer semestre de 2012.
Algunos en cambio, dicen que el aún fuerte desempeño en el último trimestre de 2011 les dará a los planificadores de políticas en China, la posibilidad de postergar los movimientos de su política monetaria.
"En el futuro habrá una mayor debilidad", dijo Mark Williams, analista de Capital Economics, consultado por Reuters antes de conocer los datos del cuatro trimestre. "La demanda europea por productos chinos ya se ha ralentizado y es probable que siga siendo débil. El panorama para la construcción de propiedades -un décimo del PIB- es potencialmente una preocupación aún mayor", afirmó.