Las solicitudes de beneficios por desempleo en Estados Unidos disminuyeron de nuevo en la semana que terminó el 6 de junio, pero la cifra de 1 millón 542.000 que buscaron la ayuda reflejó que todavía hay personas perdiendo sus empleos a pesar de la reanudación de las actividades económicas.
Con los datos divulgados este jueves por el Departamento del Trabajo, ya suman 44,2 millones de estadounidenses que quedaron sin empleo desde que comenzaron a tomarse las medidas para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19 en marzo pasado.
La cifra de 1 millón 542.000 de la semana que terminó el 6 de junio es menor que la de la semana anterior, que fue de 1 millón 897.000. La peor semana fue a finales de marzo con un total de 6 millones 867.000 de solicitudes por desempleo.
Como en las semanas anteriores, no hay datos que sugieran la cantidad exacta de personas que actualmente están desempleadas en el país, ya que muchos han regresado a sus trabajos con las recientes reaperturas en los distintos estados.
No obstante, el número de personas que aún está recibiendo los beneficios sigue siendo alto, con un total de 20 millones 929.000 en la semana que terminó el 30 de mayo, la cifra más reciente disponible.
Aunque para muchos analistas el informe sugiere que lo peor ya ha pasado para el mercado laboral, persisten los temores de que podrían pasar años para que el empleo se recupere de los estragos causados por la pandemia.
A pesar de los indicadores que sugieren que la economía de Estados Unidos ha comenzado a rebotar, la Reserva Federal (FED) pronosticó el miércoles que el 2020 cerrará con una contracción de al menos 6,6% del Producto Interno Bruto y el desempleo rozará el 9,3%.
Las cifras de desempleo para mayo divulgadas la semana pasada por el Departamento del Trabajo reflejaron una tasa de desempleo de 13,3 por ciento, de 14,7% en abril.
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