La inversión china en EE. UU. en 2019 cayó a su nivel más bajo en una década, estima un nuevo informe, que refleja las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo incluso antes de que la pandemia de coronavirus se afianzara.
El acuerdo comercial de la "Fase Uno" entre Estados Unidos y China había allanado el camino para más inversiones este año, pero la pandemia de COVID-19 ha cambiado esa perspectiva, dice el informe publicado el lunes por el grupo independiente Rhodium y el Comité Nacional sobre las Relaciones Estados Unidos - China.
En el último año, la inversión directa china ha estado fluyendo a EE.UU. a un promedio de aproximadamente 2 mil millones de dólares cada tres meses. El grupo dijo que esa cifra se desplomó a 200 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, lo que es casi un alto total.
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Es probable que se recupere en la segunda mitad del año, pero se espera que las cifras de todo el año muestren el impacto de la pandemia del coronavirus.
También durante los últimos tres meses, las empresas estadounidenses anunciaron 2.3 mil millones de dólares en nuevos proyectos de inversión directa en China. Eso solo se redujo ligeramente en comparación con un promedio trimestral de 2.8 mil millones de dólares en 2019.
El informe dice que, hasta ahora, la mayoría de las empresas estadounidenses en China no han realizado cambios importantes en sus operaciones allí.
La pandemia de COVID-19 condujo a la exposición de la vulnerabilidad de la cadena de suministro global, lo que podría llevar a las empresas estadounidenses a mover más capacidad de fabricación fuera de China. Pero al mismo tiempo, la localización de las operaciones podría conducir a una mayor inversión, según el informe.
El capital de riesgo experimentó una fuerte caída en 2019, ya que el mercado de tecnología sobrecalentado de China se corrigió bruscamente y los reguladores de EE.UU. recibieron el mandato de examinar los acuerdos de alta tecnología en las primeras etapas.
La trayectoria de las relaciones bilaterales más amplias sigue siendo importante: al salir del acuerdo de "Fase Uno", la crisis de COVID-19 presentó una oportunidad para que Estados Unidos y China trabajaran juntos en la mitigación de la crisis y soluciones científicas para terminar con la propagación del virus, según el informe.
Sin embargo, advierte que la intensificación de la competencia económica y una batalla sistémica de los sistemas políticos siguen pesando en la relación a medida que los gobiernos se culpan mutuamente por sus luchas.
"Nuestros dos países aún están lejos de estar desacoplados, pero las líneas de tendencia no apuntan en la dirección correcta", dijo en un comunicado, Stephen A. Orlins, presidente del Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China.