El presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, informó que el número de muertos en un motín en una cárcel de Guayaquil ascendió a 116, y los heridos se acercan a 80 personas.
El anuncio tuvo lugar el miércoles por la noche durante una rueda de prensa, en la que además confirmó la declaración de un estado de excepción en el sistema carcelario durante 60 días.
El mandatario explicó que el estado de excepción tiene como finalidad “precautelar los derechos de las personas privadas de libertad”, controlar las circunstancias que alteraron el funcionamiento del sistema penitenciario y restablecer la convivencia pacífica.
Reconoció que hasta la noche del miércoles aún no se había recuperado el control de la cárcel y que muchas personas estaban en riesgo.
También dijo que se coordinarán esfuerzos para ejecutar acciones destinadas a prevenir nuevos acontecimientos de violencia en las cárceles y que se buscará “preservar los derechos humanos de las personas privadas de la libertad”.
Según el presidente, después de los hechos de violencia ocurridos a fines de julio en el Centro de Privación de la Libertad de Cotopaxi, en el centro del país, su gobierno elaboró un plan estratégico destinado a fortalecer el control de las cárceles, hacer inversiones en obras civiles y adquirir equipamiento.
El plan, que está en ejecución, pretende comenzar en la Penitenciaría del Litoral, donde ocurrió el motín del martes, aunque aclaró que tomará tiempo.
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La Defensoría del Pueblo del Ecuador también expresó su preocupación por la situación en las cárceles e instó al gobierno a superar la crisis.
En un comunicado, recordó que el Comité contra la Tortura, tras el séptimo informe periódico del Ecuador, llamó la atención al Estado “por varias situaciones vinculadas a las condiciones de privación de libertad, por lo cual dispuso una serie de recomendaciones que no han sido observadas”.
Tras dos días de violencia en el centro carcelario, el comandante de la policía en Guayaquil, Fausto Buenaño, dijo que después de la primera jornada se encontraron 19 cuerpos y solo en un pabellón cinco reclusos fueron decapitados.
La Policía Nacional, en un primer informe, explicó que se requisaron armas de fuego, granadas, celulares y droga, lo que da cuenta de las fallas del sistema.
Para Fausto Cobo, exdiputado y director saliente del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad, (SNAI), la matanza ocurrida en la cárcel es un tema que va más allá del ámbito penitenciario y se trata de “una amenaza contra el Estado”.
El pasado 13 de septiembre, el SNAI informó que el mismo centro penitenciario experimentó un ataque con drones desde el exterior y que habría estado dirigido a cabecillas de bandas allí recluidos.
En un tuit desde la cuenta de esa institución se mencionó: “Estamos en medio de una guerra entre cárteles internacionales”.
A finales de febrero de este año, la violencia interna también rebasó el control de las autoridades del Ecuador con cuatro motines simultáneos en Guayaquil, Cuenca y Latacunga. En esos hechos perdieron la vida al menos 79 personas.
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Más de un centenar de muertos en masacre en cárcel de Ecuador
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