Un equipo especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos empezó el miércoles por tres días la investigación del asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio en manos de narco disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La delegación, encabezada por la vicepresidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena, inició su trabajo con un encuentro reservado con el canciller subrogante, Andrés Terán.
Poco después se reunió con los familiares del periodista Javier Ortega, del fotógrafo Paúl Rivas y del chofer Efraín Segarra, secuestrados en la frontera con Colombia, donde estaban en una cobertura periodística, el 26 de marzo y posteriormente asesinados por integrantes de disidentes de las FARC que operan en la zona fronteriza.
La delegación recibió de los familiares documentos desclasificados por el gobierno ecuatoriano sobre la información del caso, incluyendo las negociaciones con los captores.
En el grupo de la CIDH, que se quedará en Ecuador hasta el viernes, también están el relator Especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza, y la experta del equipo de medidas cautelares, Luz Adriana Camargo, además de un grupo de apoyo técnico.
Ellos llegaron a este país por invitación del gobierno ecuatoriano que pidió la conformación de un equipo de seguimiento especial de la CIDH para buscar el esclarecimiento del caso.
Al mismo grupo que asesinó a los periodistas se le atribuye el secuestro y muerte de dos comerciantes ecuatorianos y de cuatro efectivos de la marina en un atentado con explosivos.
Desde inicios de este año, esos disidentes han protagonizado una serie de ataques en el sector fronterizo, dominado por el lado colombiano por mafias de narcotraficantes, según las autoridades.