El presidente ecuatoriano le dice al jefe de la misión diplomática estadounidense en Quito que se “porte bien” por hacer un llamamiento público a que se respete en el país la prensa libre.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, tildó al embajador de EE.UU. en Quito, Adam Namm, de entrometido y le dijo “pórtese bien”, después de que el diplomático participó en un acto en ese país en el que periodistas criticaron al gobierno y lo acusaron de no garantizar la libertad de expresión.
"No nos venga a hablar de libertad, ubíquese, señor embajador, y no sea 'malcriadito' que aquí va a encontrar dignidad y soberanía", dijo Correa al diplomático, quien a su juicio "no tiene solvencia moral” para ir a hablarle a los ecuatorianos de derechos ni de libertad.
La reacción del presidente la desencadenó la presencia de Namm en un acto organizado por la Unión Nacional de Periodistas de Ecuador a propósito del Día Internacional de la Libertad de Expresión, en el que el diplomático afirmó que es deber de un gobierno “proteger la prensa libre”.
El embajador se refirió directamente a declaraciones previas hechas por el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, quien pidió al gobierno de Correa que "apoye la libertad de prensa como un componente vital de una sociedad democrática y se asegure de que los periodistas puedan operar sin miedo o amenaza de represalia".
Ventrell aludió a casos específicos de ataques personales e intentos de desacreditar de parte de las autoridades a periodistas como Jeanette Hinostroza, de Teleamazonas; Martín Pallares, del diario El Comercio, y Miguel Rivadeneira, de Radio Quito.
Desde que asumió la presidencia del país, Correa ha librado una guerra abierta contra medios de difusión privados y periodistas independientes a quienes repetidamente califica de "prensa corrupta", y contra los que incluso ha abierto demandas judiciales tras acusarlos de agravios y calumnias contra su persona.
"No nos venga a hablar de libertad, ubíquese, señor embajador, y no sea 'malcriadito' que aquí va a encontrar dignidad y soberanía", dijo Correa al diplomático, quien a su juicio "no tiene solvencia moral” para ir a hablarle a los ecuatorianos de derechos ni de libertad.
La reacción del presidente la desencadenó la presencia de Namm en un acto organizado por la Unión Nacional de Periodistas de Ecuador a propósito del Día Internacional de la Libertad de Expresión, en el que el diplomático afirmó que es deber de un gobierno “proteger la prensa libre”.
El embajador se refirió directamente a declaraciones previas hechas por el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, quien pidió al gobierno de Correa que "apoye la libertad de prensa como un componente vital de una sociedad democrática y se asegure de que los periodistas puedan operar sin miedo o amenaza de represalia".
Ventrell aludió a casos específicos de ataques personales e intentos de desacreditar de parte de las autoridades a periodistas como Jeanette Hinostroza, de Teleamazonas; Martín Pallares, del diario El Comercio, y Miguel Rivadeneira, de Radio Quito.
Desde que asumió la presidencia del país, Correa ha librado una guerra abierta contra medios de difusión privados y periodistas independientes a quienes repetidamente califica de "prensa corrupta", y contra los que incluso ha abierto demandas judiciales tras acusarlos de agravios y calumnias contra su persona.